El auto-perdón no es un signo de debilidad, sino de fuerza. Implica reconocer nuestras fallas, aceptarlas y aprenderemos a diferenciar la resignación de la tolerancia, a ser más amables con nosotros mismos, y a valorar los momentos que realmente importan.
Resignación vs Tolerancia: ¿Sabes Diferenciarlas?
¿…Y si me otorgo la gracia del autoperdón?
Me perdono a mí mismo por relegarme a un plano secundario una y otra vez, por permitirme fragmentar mi esencia para llenar vacíos ajenos, por descuidar los momentos que debían ser solo para mí…
Me perdono…
por hacer oídos sordos a mis propias advertencias y caer reiteradamente en el mismo escollo,
por tratar mi bienestar como un asunto secundario y no como una prioridad vital,
por aquellas veces en que mis palabras excedieron la necesidad,
por los momentos en los que guardé silencio cuando debería haber hablado,
por confundir resignación con paciencia,
por no invertir en mí lo que libremente desembolso en otros que quizás no lo valoran tanto,
por esas ocasiones en las que me he engañado,
por no encontrarme más a menudo en el reflejo del espejo,
por no mostrarme la amabilidad que me merezco,
por no tener la paciencia y la constancia que debería tener conmigo misma,
por ser severa cuando se trata de mi persona,
por no encajar en un molde preestablecido,
por no permitirme experimentar ciertas vivencias,
por no disfrutar plenamente de otras,
por no apreciar en su totalidad los momentos que valen oro hasta que es demasiado tarde.
Debemos unirnos y encarar un mundo que no nos persigue, simplemente es como es. Y las personas son simplemente eso, personas, con su luz y sombras. En ocasiones, nos hallamos simplemente en la vía errónea, al lado de alguien que avanza impetuosamente, atropellándonos sin consideración alguna.
Descubriendo el Poder del Perdón
La construcción de un futuro inquebrantable comienza con la poderosa herramienta del perdón. Imagina que todos poseemos una vastedad de momentos y emociones que necesitan nuestra clemencia… seguir leyendo>>
