Conociendo a las personas tendrás menos conflictos, y una vez logrado, empezarás a entender mejor su visión del mundo. Mientras sepas quien es tu interlocutor, automáticamente te conviertes es un comunicador mucho más potente.
Trucos para leer a la gente — Saber cómo son las otras personas
Llegando a un cierto punto, empezarás a desarrollar una cierta empatía para superar el limitante instinto humano: romperás la costumbre de evitar a cualquiera que no se comporte exactamente como tú.
Sin embargo la razón más importante para desarrollar esta habilidad es la de tener una mejor predicción. De esta forma, podrás manipular mucho mejor a las personas y te permitirá manejar a los demás más efectiva y respetuosamente.
¿Cómo logras leer a alguien?
El primer paso es estar muy atento. Esto no es tan simple como parece. Puedes estar frente a algo tan grande y tan obvio como una montaña y aún así no mirarla de la forma correcta. Para leer debes dejar de hacer lo que estás haciendo y prestar atención a la otra persona.
Saber lo que buscas
La gente es bastante complicada y si no sabes lo que tienes que buscar, acabarás perdiéndote.
Aprende a escuchar
No interrumpas ni juzgues ni condenes. Asegúrate que tu lenguaje corporal es neutral, de lo contrario, tendrá un impacto en tu interlocutor, que tenderá a decir lo que tú quieres escuchar. Aprende a escuchar con todos tus sentidos.
Ten siempre preparadas unas buenas preguntas
Las preguntas deben ser abiertas, y tener siempre una reserva preparada. Te ayudarán en la conversación para mantenerla en la línea que tu deseas y permitirá a tu interlocutor hablar más sobre él.
Si alguien quiere derivar la conversación hacia otro tema, pregúntale el motivo.
Presta atención
- Hablar de forma vulgar: cuando se alterna con un hablar normal una mala gramática y el hablar de forma coloquial es un indicio de que ocurre algo extraño.
- Ostentación: es una muestra de arrogancia, mal control del propio ego, posible inseguridad y un toque de mentira.
- Exageración: este es un signo claro de ser deshonesto y quizá un símbolo de baja autoestima.
- Autocrítica: es buena en pequeñas dosis, pero si es llevada a extremos puede indicar una baja autoestima.
- Chismes: la clásica herramienta del infeliz, inseguro y manipulador.
- Humor: si es ligero y sin abusar, está bien; pero si es sarcástico, dice mucho del interlocutor.
- Sarcasmo: usado muy a menudo muestra inseguridad y si es agresivo te indica que estás interactuando con alguien inseguro y egocéntrico. Sin embargo si se mantenido en la dosis normal, es una gran herramienta para destacar un argumento.
No te fijes sólo en lo que las personas están diciendo, contrástalas con las que estén haciendo. Si sus actos son incongruentes con sus palabras, pon mucha atención a sus acciones.
Recuerda: los errores son actos que se cometen una o dos veces. Si el mismo patrón se repite varias veces, ya no es un error y no caben las disculpas.
Patrones superficiales
- Fanfarronear: denota inseguridad.
- Egoísmo: En cualquier forma que aparezca, quiere decir que una persona es egocéntrica, celosa, insegura y realmente competitiva. Empleará mucho la palabra «yo»
- Estar bajo presión: es en esos momentos cuando una persona muestra su verdadero carácter.
- Lo que no hace: lo que una persona no está haciendo dice mucho sobre lo que si que está haciendo.
- Moralizador: las personas que predican y moralizan o tienen una agenda secreta o realmente están tratando de esconder el hecho de que temen algo. Muchas veces suelen predicar sobre el defecto que precisamente esconden.
- Hábitos de gasto: cualquier extremo en esta categoría muestra inseguridad.
- Confía en tu intuición: la intuición no es nada más que tu subconsciente se ha dado cuenta de algo de lo que todavía no se ha dado cuenta tu mente consciente.
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