El viernes 23 de agosto, (10:06 hora universal), el Sol entra al signo de Virgo, y comienza un período propicio para el servicio público, para el trabajo en equipo, para seleccionar, analizar, ordenar todo aquello que nos sirve para el desempeño de nuestras actividades y metas, es momento de usar la razón y dejar de lado la emotividad, es tiempo de saber discriminar entre lo que nos hace falta y lo que ya no nos sirve.
Triple Conjunción en Virgo
Antes de la llegada del Sol, Marte y Venus también entran a Virgo, el 18 y 21 de agosto, respectivamente.
Por lo tanto, cuando el Sol haga su ingreso a Virgo, formará una triple conjunción con Marte y Venus que le dará al signo de la virgen una gran relevancia por estos días, pues sus cualidades de precisión, cálculo y orden, estarán muy activas con energías conflictivas y de alta tensión.
Venus, astro de negociaciones y conciliación, se debilita en Virgo, mientras que Marte y el Sol, unidos, incrementan las energías de confrontación, aunque en la franja de la virgen esto no se manifiesta en forma impulsiva, sino programada y con un sentido muy práctico y enfocado a puntos específicos de acción.
El tiempo de Virgo es propicio para la limpieza
El orden, para depurar nuestro organismo, chequear nuestra salud, reponernos de excesos, es momento de estar pendientes de los detalles que componen el todo, de ser minuciosos, exigentes y perfeccionistas.
En este período tenemos la oportunidad de conectarnos con un aprendizaje relacionado con las características virgonianas de servicio público, trabajo en equipo, y análisis racional por encima de la emotividad; el orden, la pulcritud, y los detalles…
Cuando el Sol transita por Virgo
Se despiertan las cualidades esenciales de este signo, cuya palabra clave es “yo analizo”. Es por tanto, al estar regido por Mercurio ‑el planeta de los procesos mentales‑ un signo cerebral, con una especial aptitud para la observación, para seleccionar, que le da un temperamento científico y una capacidad para actividades que requieren de precisión.