Leví
Sin embargo, Jacob seguía con su actitud respecto a Lea, y al ver esto, ELOHIM volvió a darle un hijo al que llamó: Leví.
Su nombre significa: «UNIDO A..» o bien «JUNTO A..»… simplemente, por la razón que Lea pensaba que, con este tercer hijo, su esposo accedería finalmente a dejar todo resentimiento contra ella y serían una pareja feliz.
Del hebreo «LAVAH», no solamente podríamos interpretar este deseo de unión, sino también vocablos tales como: «GUIRNALDA» o «CORONA». Lea deseaba, con esta unión, que Jacob, su amado esposo, la coronase como una reina con su presencia; es decir: la colocase frente a los demás, en el lugar que una esposa debía tener. Sin embargo, esto no fue así, y la desechada Lea, vio con tristeza como Jacob, aún seguía prefiriendo a Rajel.
Señalando la Persona del Meshiaj y GOEL, el Eterno ya estaba indicando para estos tiempos postreros que, la única forma de andar por el verdadero y único camino de la salvación, sería UNIDO a YESHUA, el Verbo. Encarnado (Juan 15:2-6). Asimismo, el Omnipotente estaba diciéndole al Pueblo de Israel que llegaría el momento en que se uniría al Meshiaj y sería coronado con Su Presencia, lo que sucederá en el Milenio.
La tribu de Leví, estuvo unida a ELOHIM de una forma muy especial, pues fue la elegida por el Señor como responsable para ministrar los servicios sacerdotales. Aarón, descendiente de esta tribu, fue el sumo sacerdote en el santuario terrenal. YESHUA; el Meshiaj, es el Sumo Sacerdote en el gran Santuario Celestial (Salmo 110:4 Hebreos 5:5 Hebreos 7:17-21).
Para los seguidores y amadores de YESHUA, este vocablo toma suma importancia, especialmente para los tan difíciles «Postreros Tiempos» en donde –para continuar las pisadas del Rabí y Maestro– uno debe UNIRSE al Señor en el mismo Espíritu (1°Corintíos 6:17).
Judá
Llega pues el momento en que Lea concibe el cuarto hijo para Jacob, le llama Judá.
Este nombre, viene del vocablo hebreo «HODÁ» que significa: «AGRADECER» o bien «ALABAR»; y observamos que Lea, al tenerlo dijo: «Esta vez alabare al Señor» (Génesis 29:35). Lea, continuaba siendo menospreciada por Jacob, pero esta vez, decidió agradecerle al Eterno las bendiciones recibidas a través de sus hijos y a pesar de las circunstancias.
Ya no importaba tanto sentirse menospreciada o desechada por su propio esposo, por cuanto en medio de estas pruebas y tribulaciones, ELOHIM la había fortalecido y bendecido con cuatro hermosos y vigorosos varones.
Sin saberlo, se estaban conformando las primeras tribus de Israel y era precisamente éste, Judá, el elegido para llevar la simiente del Meshiaj .(Apocalipsis 5:5 9 Apocalipsis 22:16). Precisamente éste, por cuanto a pesar de las tribulaciones, el niño representaba el AMOR y el GOZO de la comunión espiritual con el Señor.
Fue Judá quién pasó a ser el líder de las tribus de Israel, al haber perdido Rubén su condición de primogénito (Génesis 49:4); y fue precisamente «el hijo de la alabanza» a quien el Eterno designó para traer a Su Hijo al mundo.
El cuarto hijo de Jacob, ya señalaba también al Meshiaj sufriente y victorioso, alabado por Su Padre y los ángeles, alabado por el ejército de los cielos y también, por los santos y redimidos.
Dan
Luego de este hijo, Lea deja dar a luz y surge para Jacob una fuerte controversia con Rajel. Esta no podía concebir hijos, y no soportaba que su hermana Lea los tuviera con el esposo que la amaba. Para remediar la situación, y acorde a la costumbre de aquellos tiempos, Rajel le ofrece a Jacob la posibilidad de concebir un hijo con su sierva Bilha; para luego tenerlo y criarlo como suyo.
Nace así Dan, el primogénito de un concubinato con una esclava de la casa de Israel (Génesis 30:1-6).
Su nombre, proviene del hebreo: «DAÑANI» que significa: ELOHIM me ha juzgado»; y fueron estas precisamente las palabras de Rajel al enterarse del nacimiento de este nuevo niño (Génesis 30:6): «DANANI ELOHIM».
Rajel, comprendió que ELOHIM había enjuiciado su causa, y por ello le había concedido tener un hijo como propio, por medio de su sierva Bilha.
No sólo Rajel, sino Jacob y toda su casa, comprendían que el Eterno era el Único que podía juzgar al ser humano, por su Santidad y Perfección. Al expresar: «ELOHIM me ha juzgado», Rajel también estaba reconociendo que era ELOHIM, precisamente, el Gran Juez, el Único Juez en los Cielos y so bre la tierra. Por ello, podríamos entender también al nombre de Dan como que: «ELOHIM es mi Juez, y ya ha juzgado».
Observando la figura del Meshiaj y GOEL, vemos que –precisamente– el Omnipotente, ha enviado al Unigénito para convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16:8-11). Él es el Gran Juez, ante Su Trono Blanco, las naciones de la historia comparecerán para recibir su justa paga por las obras realizadas en vida (Apocalipsis 20:11-15).
Los seguidores de YESHUA, también compareceremos ante Él, para recibir las recompensas y pagos por nuestro accionar mientras estábamos en este mundo, en el Tribunal de YESHUA (Romanos 14:10 2°Corintios 5:10).
Dan simboliza el juicio del Todopoderoso sobre las naciones, y acorde al sacrificio del Unigénito sobre el madero, en el calvario.