Cuando el planeta Mercurio aparenta estar moviéndose hacia atrás, las cosas parecen estar mal, se presentan retrasos y la frustración puede aumentar. A este fenómeno se le conoce como Mercurio retrógrado y durante esta época las comunicaciones no están nada bien.
¿Todo es culpa de Mercurio retrógrado?
Es común escuchar personas que comentan que las cosas van mal o que no han tenido un buen día porque Mercurio está retrógrado, pero la mayoría no sabe, realmente, qué significa esto.
Es común escuchar personas que comentan que las cosas van mal o que no han tenido un buen día porque Mercurio está retrógrado, pero la mayoría no sabe, realmente, qué significa esto.
El astrólogo Juan Boñón explicó:
“Mercurio es uno de los planetas más extraordinarios porque, a pesar que está al lado del sol, mantiene su órbita; pero cuando hay fuerzas gravitacionales de todo el sistema (…) este realiza un movimiento parecido al de un río en el Amazonas, que se va en zigzag, y durante este fenómeno pareciera que retrocede, pero en realidad toma una ruta distinta y disminuye su velocidad“.
Es esta variación en su órbita lo que se conoce como retrogradación. Cada planeta rige una parte u órgano del cuerpo y por ende tiene influencia en los aspectos de la vida que son guiados por dicho órgano. En el caso de Mercurio es la tiroides como comentó Boñón:
“Mercurio tiene que ver con la glándula tiroide, la cual está relacionada con el sistema nervioso central y periférico, y tiene influencia en lo que son las cuerdas vocales y por ende en la comunicación hablada“.
Mercurio rige todo tipo de comunicaciones, hablada, escrita, viales y hasta de señas
Cuando este planeta se encuentra en su fase retrógrada su influencia en el desarrollo comunicacional es eminente, en su mayoría se presenta un desequilibrio en las mismas.
Juan Boñón explicó que “ese filtro que tiene el organismo para que las ideas no sean interrumpidas por las emociones, cuando Mercurio está mal, se debilita y la emotividad no lo deja ser razonable”.
El astrólogo agregó:
“Todas las decisiones son en base a información y comunicación, por ejemplo, cuando van a lanzar un producto al mercado, se hace a través de los medios de comunicación y si Mercurio está retrógrado puede que el mensaje no llegue, por lo que el lanzamiento no resultará del todo positivo“…
Solo la luna y venus no retrogradan
Por su parte, es importante saber que Mercurio no es el único planeta que disminuye su velocidad en medio del sistema solar. El resto también lo hace. Sin embargo, Mercurio es el que domina las comunicaciones y la mente, y cuando entra en fase retrógrada todos estos procesos se tornan más lentos y por ende las emociones se alteran y provocan confusiones y malos entendidos.
Boñón explicó: “El único que no retrograda es la luna, tampoco lo he visto en Venus; pero el resto de planetas la mayoría lo hace (…) En el caso de Marte que es el Dios de la guerra, no solo retrograda sino que puede acercarse demasiado a la tierra. La órbita normal de Marte es de 180 a 200 millones de kilómetros y en la primera y segunda guerra mundial se acercó entre 55 y 60 millones de kilómetros”
Recomendaciones durante Mercurio retrógrado
Se recomienda no tomar decisiones trascendentes durante este período, más sin embargo es un tiempo excelente para reorganizar ideas, reflexionar, contemplar y meditar sobre todas esas cosas que pueden estar fallando en la vida cotidiana, para así comenzar un período mucho más fuerte y con más energía para nuevos proyectos.
Es importante tomarlo como un tiempo de descanso para el ciclo vital de reconexión, reevaluar lo que se está haciendo, posponer acuerdos y firmas, si no se puede, releerlos sopesando las palabras. Las comunicaciones en general se ven entorpecidas, no hay buena fluidez en la información, por lo que se debe estar alerta en todo momento.
Las compras, las ventas, los viajes y las mudanzas también se verán retrasados. Es mejor posponer las charlas, inicio de clases, cursos, talleres o lo que esté relacionado con temas de oratoria, publicaciones y escritos, siempre que pueda posponerse.
