El templo Jongmyo es uno de esos antiguos sitios coreanos rodeado de misterio. Se trata de un santuario confucionista en el que se realizaban ceremonias y se conservan las tabletas conmemorativas de los reyes fallecidos.
Templo Jongmyo, el lugar de descanso eterno de todos los reyes coreanos
Jongmyo es de esos puntos claves de la historia de Corea. Vamos a recorrer juntos su historia y a entender por qué es un sitio clave para conocer en tu visita al país.
¿Qué eran las Tabletas ancestrales?
Uno de los objetos claves que puedes encontrar en un santuario asiático, son las tablillas espirituales, memoriales o ancestrales.
Se trata de carteles que contenían el nombre los antepasados y se solían ubicar en templos y santuarios, donde los familiares puedan ir, dejarle ofrendas y encender varas de incienso rezando por su buen descanso.
Durante las invasiones japonesas a Corea del sur, fue quemado, pero las tablillas lograron salvarse gracias a que fueron escondidas en la casa de un plebeyo.
Jongmyo, el santuario despojado
Se completó en el año 1395 bajo el reinado del rey Taejo. No se permitió el exceso de ornamentación, ya que los objetos más preciosos en el lugar debían ser las tablillas ancestrales del Rey y sus sucesores.
El lugar elegido quedó en terrenos cercanos al palacio y con el objetivo de poder ser visto desde el trono del rey en Gyeongbokgung.
La sala principal, conocida como Jeongjeon, tenía siete habitaciones originalmente, pero debido a falta de espacio para nuevas tablillas, se hizo una ampliación de 19 habitaciones durante el reinado de Sejong, que ordenó la construcción del Yeongnyeongjeon (Salón del Confort Eterno)
Cada vez que un rey o una reina moría, sus nombres se registraban en una tablilla de madera y se instalaban en el edificio. A medida que se desarrollaba la dinastía Joseon, Jongmyo se convirtió en el escenario de una ceremonia anual en la que el rey actual honraba a sus siete antepasados anteriores.
Un rito como patrimonio inmaterial
El rito real ancestral del santuario de Jongmyo es el nombre de la ceremonia que se realizaba a los antepasados.
Tanto la música, conocida como el Jongmyo Jerye, interpretada con instrumentos tradicionales, como la danza de 64 bailarines en ocho filas que acompañan, son patrimonios inmateriales de Corea. Este ritual contenía plegarias por la paz eterna de los espíritus de los antepasados en el santuario Jongmyo.
Sin duda Jongmyo es un lugar que no puedes dejar de visitar. El santuario está abierto a todo el público y ofrece visitas guiadas en coreano, japonés, chino e inglés.
Dirección: 157, Jong-ro, Jongno-gu, Seoul
Cerrado los martes
Precios: Adultos 1,000 wones / Niños 500 wones