Zlatko Dalic, un entrenador que ha trazado un camino único desde su modesto retiro como futbolista en el año 2000 hasta dirigir a Croacia en la Copa del Mundo 2018. Un hombre de fe profunda, Dalic ha demostrado cómo sus creencias y su dedicación al fútbol pueden llevar a una nación a la gloria.
Croacia: Zlatko Dalic, el director técnico que reza por la gloria
Sus inicios como entrenador se formaron en una variedad de clubes que se extienden desde Croacia hasta Albania, y aún más lejos, en las arenas de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, no fue sino hasta 2017 cuando se le otorgó el prestigioso título de director técnico de la selección croata en un momento de turbulencia para el equipo.
Después de un empate desalentador contra el modesto equipo de Finlandia, se despidió al ex entrenador Ante Cacic y se convocó a Dalic al desafío. La misión parecía imposible: sólo dos días para prepararse y la necesidad de vencer a Ucrania, en su casa, que solo necesitaba un empate para clasificar al repechaje para el Mundial de Rusia.
Contrario a todas las expectativas, Dalic y su equipo lograron un impresionante 2-0 y más tarde dominaron a Grecia en el repechaje con un 4-1 global, sellando su pasaje al Mundial de Rusia. En medio de este tumulto, Dalic se mantuvo firme gracias a su fe inquebrantable. En conversación con el sitio Glas-koncila, confesó que su fe fue la fortaleza que le permitió mantener la paz y alcanzar su objetivo en medio del caos.
Dalic declaró: «La fe me da fuerza, siempre tengo un rosario en el bolsillo y rezo antes del juego. Agradezco a Dios todos los días, no sólo por la fortaleza y la fe que me ha dado, sino también por la oportunidad de hacer algo significativo con mi vida. Para mi familia y para mí, la fe es de suma importancia».
Creciendo como monaguillo en un monasterio franciscano en Gorica, Dalic acredita a su madre por su devoción a la fe y se esfuerza por inculcar los mismos valores en sus hijos. En la misma entrevista, destacó la influencia crucial de su familia y la dedicación de su esposa, que crió a sus hijos mientras él seguía su carrera en Asia.
La fe y el fútbol: un viaje por el camino de Zlatko Dalic hacia el éxito
«Los niños crecieron en mi ausencia, pero se han convertido en personas notables. Aunque los extrañé en momentos cruciales, durante su pubertad, mi esposa se esforzó al máximo y los guió por el camino correcto», confesó Dalic.
En un tono de gratitud y humildad, agregó: «La felicidad familiar es insustituible. Agradezco a mi familia por soportar mi trabajo y por mantenernos unidos».
Además de las aspiraciones deportivas, Dalic tiene una visión personal más profunda. Sueña con una Croacia y una Bosnia-Herzegovina unificadas, no necesariamente como nación, sino como un solo pueblo, que supera las heridas del pasado que aún dividen a ambas sociedades.
En palabras de Dalic: «Somos demasiado pequeños para mantenernos divididos y luchar entre nosotros. Estamos demasiado atrapados en el pasado sin mirar hacia el futuro. Necesitamos trabajar en la coexistencia, no para revivir el pasado bélico, sino para ayudarnos y apoyarnos mutuamente».
El gran desafío llega ahora. Croacia se enfrentará a Francia en la final de la Copa Mundial de Rusia 2018 el próximo domingo. Pero a pesar de la presión y las expectativas, Dalic se mantiene sereno y confiado, consciente de que cuenta con un respaldo omnipresente, fruto de años de devoción.
La historia de Zlatko Dalic, el hombre que equilibra su fe con la pasión del fútbol, se sigue escribiendo. El rosario en su bolsillo y los sueños de gloria en su mente siguen guiando al entrenador que reza por la victoria y la unidad.
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