Cinco increíbles lecciones que he aprendido de mis hijas adolescentes
Este verano, nuestras dos hijas mayores viajaron a un campamento. Durante los primeros días me encantó pasar por sus cuartos y ver las camas perfectamente ordenadas y las alfombras aspiradas sin montones de ropa. No extrañé el ruido ni el desorden de los bocadillos que se preparan a medianoche mientras conversan por teléfono con sus amigas.