La oración correcta no es una súplica
Cuando dais gracias a Dios por adelantado por aquello que habéis decidido experimentar en vuestra realidad, estáis efectivamente reconociendo que eso está ahí…en efecto. La gratitud es, pues, la más poderosa afirmación dirigida a Dios; una afirmación a la que Dios habrá contestado incluso antes de que la formuléis.