La Navidad es una época de profunda reflexión espiritual y celebración. Rodeado de luces, villancicos y tradiciones familiares, este momento del año invita a la paz interior, la renovación del espíritu y el fortalecimiento de los lazos con nuestros seres queridos.
Los orígenes de la costumbre de intercambiar regalos como símbolo de buenos deseos, gratitud, simpatía y generosidad entre parientes, amigos, compañeros de trabajo e incluso desconocidos se remontan a la época de la fundación de Roma.
Hubo una vez una persona en la vida real que viajó por el mundo y dio regalos a niños dignos dondequiera que fuera. Aunque tenía muchos nombres diferentes y residía en numerosas naciones, sus creencias fundamentales eran universales.
En la época de Navidad, a menudo nos perdemos en el bullicio de las tradiciones y compromisos. Este artículo te guía para vivir estas festividades con una nueva conciencia, centrada en el ser y no en el ego, para encontrar un equilibrio entre las rutinas y la verdadera alegría de la temporada.
Solo faltaban cinco días para la Navidad. Todavía no estaba totalmente inmerso en el espíritu navideño. Los aparcamientos estaban abarrotados, y el caos dentro de las tiendas era aún peor. Incluso los pasillos eran inaccesibles. He venido hoy, pero ¿por qué? Me pregunté.
El 7 de enero los rusos participan en carnavales, diversiones callejeras y en misas solemnes en los templos ortodoxos que se celebrarán por todo el país. Todo esto para celebrar la segunda fiesta más importante del año ortodoxo, la Navidad.
Muchas veces pensamos que la mala fortuna entró a nuestras vidas sin previo aviso, pero esto no es más que un breve paso por las sendas de lo imprevisto. De la fortuna se habla desde hace …
