En las profundidades de la selva venezolana, resurge María Lionza, diosa magnánima de aguas y selvas. Su esencia, un crisol de creencias precolombinas y africanas, guía a los devotos hacia la iluminación espiritual, protegiéndolos con su manto sagrado de naturaleza y magia ancestral.
La líder religiosa fue autora de los textos Doctrina de la Asociación Civil y Filosófica Culto Aborigen a María Lionza y María Lionza y yo. También era conocida por su defensa a los derechos de la comunidad indígena de Venezuela
María Lionza o India Yara es una figura mítica-sincrética autóctona del folclore venezolano. Representada popularmente como una “diosa” o “reina”. Es la figura central del llamado espiritismo marialioncero, culto en el que se mezclan ritos y creencias católicas, indígenas y africanas, incluyendo la santería y el vudú.
Como es tradición desde la época ancestral en Yaracuy en los sectores de Quibayo, Sorte y el oro de los municipios Urachiche, Bruzual y Nirgua; cada 12 de octubre, decenas de materias y bancos realizan el baile en candela o danza del fuego en honor a María Lionza.
Su nombre original fue dado por un francés, el cual la denominó la montagne de la bonne sorte y que luego lo simplificaron como la montaña de sorte. El centro principal de la práctica de este culto es el Monumento Natural María Lionza, conocido también como la Montaña de Sorte o Quibayo..
La Montaña de Sorte en el corazón de Yaracuy, Venezuela, es mucho más que un paisaje exuberante. Es un epicentro espiritual, donde la historia y la magia se entrelazan. Cada Semana Santa y especialmente el 12 de octubre.
La celebración en honor a María Lionza en Chivacoa no es solo una manifestación de fe, sino una poderosa expresión de la cultura venezolana. A través de la música, el baile y la artesanía, este evento capta la esencia de un pueblo que a pesar de las adversidades mantiene vivas sus tradiciones ancestrales.
