Leyendas urbanas, relatos contemporáneos que fusionan misterio y realidad, emergen en el corazón de nuestras ciudades. Estas historias, llenas de simbolismo y advertencias, reflejan miedos y creencias modernas, ofreciendo una mirada profunda a la psique colectiva urbana.
Según la tradición, el silbón puede llegar a una casa en horas nocturnas, descargar el saco y ponerse a contar uno a uno los huesos. La leyenda se originó a mediados del siglo 19 en los llanos venezolanos, particularmente en la región de Guanarito, estado Portuguesa.
Si pasas los días evitando las escaleras y te niegas a volar sin tu amuleto de la suerte, te alegrará saber que no eres el único. El mundo está lleno de supersticiones, desde presagios ancestrales transmitidas de generación en generación a extravagantes rituales para la buena suerte, incluso los hoteles y las aerolíneas toman notas de las reglas no escritas.
El Edificio Dakota de Nueva York es una majestuosa estructura que ha alojado a celebridades y ha sido testigo de eventos trágicos, pero también oculta misterios y secretos oscuros que lo envuelven en una aura intrigante.
Luego del deslave de Vargas en 1999, revivió la versión de que el cerro es un volcán inactivo que en ocasiones desprende columnas de humo o una especie de ceniza que se observa desde poblaciones en la costa, como Macuto y Tanaguarena.
Esta leyenda dice que se eligió el emplazamiento del monasterio del Escorial para cerrar una puerta al infierno. El Monasterio del Escorial es una zona mística y cuando se construyó, había un perro negro que martirizaba a los constructores.
Sea cierta o falsa, hay expertos en mitos que aseguran que esta historia tiene su origen en un caso particular de la vida real que sacudió las páginas rojas de los periódicos estadounidenses a mediados de la década de 1970
