Los cometas, fenómenos celestiales cautivadores, son cuerpos helados que orbitan alrededor del Sol. Al aproximarse, el calor solar desintegra sus hielos, formando una deslumbrante cola de polvo y gas que ilumina el cielo nocturno, ofreciendo un espectáculo astronómico impresionante.
Los primeros días de diciembre del año 2013 marcaron sus vidas con un espectáculo único. Con un poco de suerte pudieron observar con sus propios ojos un fenómeno celestial que no sucede cada día: un cometa en el cielo en todo su esplendor.
Fue catalogado como un Gran Cometa, por su espectacularidad. Este cometa fue en muchos sentidos similar al Cometa Hale-Bopp. Su paso fue espectacular, sin acercarse demasiado a la Tierra ni al Sol, pero tenía un núcleo extremadamente activo.
La historia de la Kachina Azul es una historia muy, pero muy vieja. He estado enterado de la historia de la Kachina Azul desde que era muy joven. La historia me la contaron abuelos quienes ahora estarán entre los 80 y los 108 años de edad.
Antiguamente, se creía que los cometas eran impredecibles. Esto llevó a muchas culturas de la antigüedad a creer que los dioses interferían en los movimientos de los cometas y enviaban a estos astros como un mensaje.
En marzo de 2013, un meteorito sobre Cheliábinsk y la cercanía de un asteroide grande expusieron la vulnerabilidad de la Tierra. La NASA admitió su limitada capacidad para desviar objetos peligrosos en casos de emergencia, subrayando la necesidad de más inversión en vigilancia y tecnología.
Un análisis del paso del Cometa ISON en 2013, vinculado a las profecías de Nostradamus. Interpretaciones simbólicas y respuestas científicas ofrecen perspectivas variadas. El posible presagio sobre la sucesión papal y la incertidumbre del cosmos reflejan la naturaleza humana frente a acontecimientos astronómicos excepcionales.
