El amor, en su forma más mística, es una experiencia transcendental que conecta el alma con lo divino. Más allá de la atracción física o emocional, es un camino hacia la iluminación, un vínculo espiritual que eleva y transforma. En el misticismo, el amor es visto como la fuerza más pura y sagrada, un puente entre lo humano y lo celestial.
Mercurio retrógrado es el momento perfecto para recuperar los amores perdidos. Claro que hay reglas que no tienen que ver con la astrología que como primer paso debes seguir. Durante estos tiempos tanto tu como tu ex están propensos a pensar más en cada uno.
Las dudas pueden tomar infinitas formas, reducirlas a un decálogo es un ejercicio que no pretende agotar las posibilidades, sino mostrar algunas de las más frecuentes. Si una persona ha encontrado pareja, pero duda de si será la persona adecuada, habría que explicarle que calificar de adecuada a la pareja tiene un tinte intelectual.
¿Por qué atraemos el mismo tipo de persona? ¿Por qué repetimos el mismo patrón en nuestras relaciones? ¿Por qué anhelamos una relación y cuando nos llega la saboteamos? ¿Por qué deseamos una pareja y cuando finalmente la tenemos, no podemos confiar en ella?
¿Noviazgo o compañero de vida? Esta es una pregunta que muchos de nosotros nos hemos planteado alguna vez. En el espectro de las relaciones amorosas, existen grados de compromiso que se mueven desde la inestabilidad del noviazgo hasta la estabilidad de un compañero de vida. La evolución de las relaciones amorosas, sus retos y recompensas.
El gozo de una persona no es completo a menos que pueda compartirlo con otros. En forma análoga todo mundo tiene una necesidad profunda de algún tipo de vida social. (Es por ello que el confinamiento solitario – la separación de la compañía de otros seres humanos- es considerado como un castigo severo)
¿Cómo es mi relación de pareja? ¿Me siento a gusto tal y como está? ¿Hay algo que me gustaría que fuera diferente? El psicólogo Robert Sternberg hizo un estudio sobre los distintos tipos de amor. Él describió “El triángulo del amor”, que está formado por tres vértices básicos que pueden darse en una relación: Intimidad, pasión y compromiso.
