¿Sabes a dónde conduce la vanidad?
La vanidad conduce a muchos dirigentes a ser odiados por su pueblo. Pueda está fábula serles útil: Un pájaro hambriento miraba las aguas infectadas de la costa: ya ningún pez llegaba a las cercanías de la playa. Todos habían huido hacia el océano profundo. Comenzó a morir de inanición.