Este martes el Sol entra al signo de Virgo, y comienza un período propicio para el servicio público, para el trabajo en equipo, para seleccionar, analizar, ordenar todo aquello que nos sirve para el desempeño de nuestras actividades y metas, es momento de usar la razón y dejar de lado la emocionalidad, es tiempo de saber discriminar entre lo que nos hace falta y lo que ya no nos sirve.
El Sol llega a Virgo un día después de haber sido eclipsado
Por lo que la energía solar llega renovada, activando la esencia de un signo de tierra, y por tanto práctico, pero que al estar regido por Mercurio, el astro de la mente, dará mayor claridad para el análisis y para la observación de los detalles.
El planeta regente de Virgo, Mercurio, se encuentra retrógrado
Y además, dentro de este mismo signo, y si bien en lo que respecta a las comunicaciones hay alteraciones que las entorpecen, en lo que respecta a las características virgonianas, hay influencias de Mercurio en retroceso que son favorables, ya que los detalles se perciben mejor, y la agudeza de la mente permite un análisis más exhaustivo de lo que nos rodea, aunque verbalmente esa agudeza puede herir susceptibilidades.
El tiempo de Virgo
(Y aún más después de un eclipse y con Mercurio retrógrado) es propicio para la limpieza, el orden, para depurar nuestro organismo, chequear nuestra salud, reponernos de excesos, es momento de estar pendientes de los detalles que componen el todo, de ser minuciosos, exigentes y perfeccionistas.
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