Las personas que padecen el Síndrome de Rebeca, son personas obsesas del control, particularmente de todas las acciones de su pareja, llevándoles a impulsos obsesivos en torno a ellos.
El Síndrome de Rebeca
Seguramente te ha pasado que cuando tienes un novio o esposo te encuentras entre la disyuntiva de querer saber y no querer saber todo sobre su pasado amoroso.
El afán de querer conocer todo sobre él/ella nos lleva a hacerles múltiples preguntas y de manera involuntaria a compararnos con sus parejas anteriores provocando inseguridad en la relación. Cuando este sentimiento se vuelve exagerado y extremo, puedes estar padeciendo El Síndrome de Rebeca.
Origen del Síndrome de Rebeca
El nombre surgió por la famosa novela de Daphne du Maurier, en donde se relata una historia en la cual una mujer se casa con un hombre viudo y el fantasma de su ex esposa Rebeca comienza a aparecer en la mente del personaje, lo cual ocasiona celos enfermizos e inseguridad a la mujer en cuestión.
Debido al éxito de esta historia, se llevó a la pantalla grande, denominando a este trastorno como Síndrome de Rebeca.
Celos retroactivos
Sentir celos de las parejas anteriores de nuestras parejas es algo completamente normal, y esto porque simplemente nos enferma y nos pone de malas el tan solo pensar que pueda existir algún tipo de sentimiento latente hacia esa persona.
Pero como bien se dice, todo exceso es malo, y es que los celos se pueden considerar como una de las situaciones de mayor conflicto a nivel individual y pareja, puede ser el motivo de mucho sufrimiento para ambas partes, así como el origen de continuas discusiones.
A nivel psicológico se ha detectado que uno de los tipos de celos más destructivos son precisamente los que se sienten hacia las parejas de relaciones amorosas del pasado.
Agentes fantasmas
El síndrome de Rebeca es cada vez más frecuente en las relaciones de hoy en día, y es que los «exes» actúan como agentes «fantasmas» que se encuentran presentes en cualquier situación de la pareja a causa de un pensamiento obsesivo que impide conseguir el equilibrio y la estabilidad en la relación.
La persona que padece este síndrome tiende a realizar una investigación exhaustiva sobre el pasado de su pareja.
Una de las herramientas más efectivas y simultáneamente destructivas para obtener información son las redes sociales, en las cuales se pueden conseguir historiales y fotos desde varios años atrás, funcionando así como elemento conflicto de la relación.
Otra de las formas compulsivas de obtener información es a través del bombardeo de preguntas a la pareja o a los conocidos cercanos, en donde cualquier respuesta puede convertirse en paranoia por miedo al abandono.
Algunas de las causas de estos celos obsesivos son:
- Heridas de pequeños (divorcios, abandonos de padre o madre)
- Muerte reciente de un ser querido
- Falta de autoestima
- Seguridad de la relación
- Desconfianza por temas «culturales» que no se superan
Una buena autoestima, la mejor arma contra los celos
Los celos siempre están ligados a inseguridades y baja autoestima; bien se dice que una persona con seguridad y confianza personal no tiene por qué sentirse intimidada por otra. Sin embargo si estos ya se encuentran en un nivel patológico es momento de acudir con el especialista.
El psicólogo y el apoyo de la pareja serán los mejores remedios para poder superar este síndrome. Puede sonar un poco trillado pero el trabajo en la autoestima es la principal defensa para evitar caer en algo enfermizo y convertirlo en un trastorno.
Por parte de la pareja «sana» (por decirlo así) se aconseja no responderle a preguntas pasadas, hacerle entender y demostrarte a su pareja que todos tenemos un pasado, pero que también todos vivimos el presente en el que queremos vivir y que por esa razón se quiere compartir una relación con él o ella.
Con este apoyo sin duda alguna la autoestima se verá mejorada y las inseguridades ya no serán un motivo de conflicto.
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