Rito para eliminar al supuesto Anticristo
A las 23:00 horas del 23 de noviembre, la secta comenzó un rito para erradicar al supuesto anticristo. «Utilizaron una especie de carpa iglú con el techo abierto y un forado en el suelo, donde colocaron piedras calientes… Con el vapor se buscaba purificar el ambiente», explicó una fuente.
Colocaron una tabla sobre el agujero y sobre ella al niño desnudo, al cual le pusieron cinta adhesiva en la boca para silenciar su llanto. «Antares evitó tocar al bebé para no contaminarse. Mientras todos lloraban, se retiró la tabla y el niño vivo cayó sobre las piedras. A pesar de tener la boca tapada, su grito fue desgarrador», añadió la fuente, quien indicó que por orden de Castillo, David Pastén utilizó un cuchillo para desmembrar los restos del bebé. David incluso mostró a la fiscalía y a la PDI dónde había escondido el arma.
Tras este brutal acto, algunos miembros se alejaron del grupo y vendieron sus posesiones para intentar olvidar el horror vivido. Otros continuaron preparándose para el fin del mundo, que supuestamente ocurriría el 21 de diciembre de 2012 según profecías mayas.
Al no suceder esto, el grupo se disolvió y Antares viajó a Perú en busca de más drogas. «Mientras estaba allí, se enteró en enero de que la hermana de una integrante del grupo los había denunciado y que estaban siendo investigados», reveló la fuente. Desde Cuzco, Castillo envió un correo a los miembros de la secta indicándoles: «Sé que todo se sabe, así que háganse los locos».
Perspectivas familiares
El padre de Antares, Ramón Castillo Ibarbe, insistió en la inocencia de su hijo. «No era una secta, sino un grupo de profesionales que ayudaban a la gente. Realizaban labores sociales, pero eso no se ha mencionado», declaró a «La Segunda». Por su parte, Andrés Franchy, hermano de Karla, recordó haber discutido con ella por las concesiones que hacía a Antares. «Mi hermana asistió a varios retiros de meditación con él…
Firmó cheques para arrendar una propiedad y le prestó su auto por varias semanas, ya que le daba pena ver a los jóvenes caminar», comentó. Añadió que el líder de la secta «se aprovechaba de lo que podía para vivir sin pagar nada» y aseguró que «todo lo hizo engañando a los demás». Confirmó que Karla no estaba presente en el momento en que quemaron al bebé. «Fue víctima del poder de engaño de este demente».
Desolación y Justicia en el Caso del «Anticristo»
Ayer, durante la formalización de los imputados, el fiscal Juan Emilio Gatica reveló la declaración que Natalia Guerra brindó ante la BIPE. En ella, explicó que «toda la comunidad estaba al tanto de que mi hijo debía ser asesinado tras nacer y que debíamos obedecer a Antares de la Luz, porque él era dios».
Añadió que tras lanzar al bebé al fuego, «yo estaba destrozada, pero Pablo Undurraga me decía que tenía que ser así, que era mi karma. Yo presentía lo que iba a suceder con el bebé, pero eran órdenes superiores».
Uno de los investigadores mencionó que, tras regresar a su casa y ser abrumada por preguntas sobre su supuesto viaje por Latinoamérica, «Natalia comenzó a caer en contradicciones. Incluso, tuvo una crisis psiquiátrica y reveló todo el jueves pasado».
Al concluir la audiencia, los cuatro imputados fueron remitidos a prisión preventiva y enviados al complejo penitenciario de Valparaíso. Mientras que la madre del lactante enfrenta una posible condena de entre 15 años a cadena perpetua, los otros tres miembros del grupo podrían recibir sentencias que varían desde los 10 años hasta cadena perpetua.
Según fuentes policiales, los cuatro integrantes de la secta que aún permanecen prófugos tienen órdenes de detención vigentes. Se reporta que la pareja formada por Pablo Undurraga y Carolina Vargas podría estar escondida en la zona montañosa de la IX Región, ya que fueron vistos recientemente en Pucón y Villarrica. López, por su parte, habría salido del país siguiendo el consejo de sus padres. Sobre Ramón Castillo pesa una orden de captura internacional…