¿Se puede predecir un Terremoto?

¿Se puede predecir un Terremoto?, InfoMistico.com

La pregunta es común desde tiempos inmemoriales debido a que este tipo de evento geológico provoca muerte y destrucción. Un terremoto también llamado seísmo o sismo es un fenómeno de sacudida brusca y pasajera de la corteza terrestre producido por la liberación de energía acumulada en forma de ondas sísmicas.

Ruptura de fallas geológicas

Los más comunes se producen por la ruptura de fallas geológicas. También pueden ocurrir por otras causas como, por ejemplo, fricción en el borde de placas tectónicas, procesos volcánicos o incluso ser producidos por el hombre al realizar pruebas de detonaciones nucleares subterráneas.

Para los sismólogos y geólogos aún no está claro y ante esto prefieren decir NO.

Para los creyentes en los fenómenos paranormales hay ocasiones en que la intuición o la premonición a dado avisos certeros. Hay otra vertiente que es no física, no sobrenatural, más se inclina a la percepción de los animales y su habilidad para poder detectar cambios en el entorno natural que les rodea.

Liberación del gas Radón es un indicio

Los primeros creen que la liberación del gas Radón es un indicio de una paulatina liberación de energía, la cual es provocada por el corrimiento de las fracturas de una falla.

Al estar presente este gas puede ser indicio de que capas internas de la tierra están a punto de correrse de improviso, provocando movimientos sísmicos que se convierten en terremotos.

Para los segundos la mente humana es capaz de adelantarse a los acontecimientos y puede predecir desastres. Sobre esto han existido decenas de casos en los cuales la capacidad de presentir calamidades y dolor han resultado acertados.

Uno de estos casos se hizo publico en tiempo del terremoto de Guatemala (1976), donde el programa Enigma TV (Guatelinda, Canal 3 Televisión), divulgó estadísticas en el mundo sobre bolas de fuego (posible gas radón) y terremotos.

La emisión fue realizada al aire tan solo dos días del 4 de febrero y el programa Siglo XXX de Radio Ciro’s a escasas 5 horas de del impacto que borro pueblos enteros y causo 25 mil muertos.

Los insectos

Para los últimos, en particular una corriente oriental, cierto tipo de peces, los insectos (hormigas, abejas, etc.), mamíferos (perros, gatos), aves (palomas) y ofidios (culebras), al variar repentinamente su modo de vida indica un cambio brusco en la naturaleza.

Quizá un pronóstico acertado se valdría de todos en conjunto, pero hasta ahora no existe un interés científico sobre este tema. Resulta demasiado presuntuoso decir predicción al hablar de terremotos con el nivel actual de conocimientos sobre el tema.

Es más realista referirse al riesgo de terremotos ya que no existe una certeza mayor que decir que en cierta zona hay una probabilidad estadística de que se registre un evento sísmico de magnitud variable desconocida.

Variaciones en el comportamiento del clima o conductas anormales en algunos animales no tienen solidez científica como para ser considerados «predictivos».

Lo que sí es posible actualmente es la detección precoz de un terremoto mediante la detección (valga la redundancia) de las ondas P, que llegan 10 o 30 segundos, según la profundidad del hipocentro, antes que las ondas más destructivas y de este modo contar con momentos valiosos para guarecerse, evacuar, cortar energía, detener o aminorar velocidad de vehículos en marcha, etc.

Este sistema puede integrarse a celulares, radios, TV, bomberos, guardia civil y aminorar notablemente los efectos de un terremoto.

Cuestionan predicción de terremotos

Algunos investigadores de renombre cuestionan las presunciones de larga data sobre las que se fundamenta la predicción de los terremotos. Aseguran que es hora de una revisión importante de los métodos usados para predecir dónde y cuándo va a golpear un terremoto.

Fallas

Tres terremotos grandes —el de Sichuan, China en 2008; el de Haití en 2010 y el de Japón en 2011— han llevado a lo que los científicos reconocen es una falla vergonzosa. Nunca previeron que esos temblores podrían provocar la destrucción y las víctimas que finalmente causaron en esos lugares específicos.

Aun en Japón, donde se cuenta con alta tecnología en la investigación sismológica y de tsunamis, y sofisticados mapas de riesgo, la potencia del terremoto del 11 de marzo y el tsunami posterior fueron vastamente subestimados.

El profesor de Ciencias de la Tierra, Seth Stein, de la Northwertern University de Chicago dice que aquel fue un día para ser humilde.

“Uno, nuestra capacidad para estimar el peligro de un temblor no es muy buena”, hace notar Stein. “Y, dos, las políticas que tenemos para mitigar los peligros de los terremotos muchas veces no son muy bien pensadas en términos de que las decenas o cientos de miles de millones de dólares que se gastaron en esas defensas contra los tsunamis no sirvieron de nada”.

Esperar lo Inesperado

El sismólogo Robert Geller de la Universidad de Tokio es uno de los co-autores, junto a Stein, de un nuevo artículo que intenta desarmar algunas de las suposiciones estándar en ese campo, como el hecho de que los terremotos suceden en ciclos.

— Muchos geólogos todavía continúan en la inercia intelectual de usar términos como ‘ciclo sísmico’ o ‘terremoto característico’ o ‘ciclo de temblores’ o cosas por el estilo. Así que nos hemos vuelto prisioneros hasta cierto punto de los términos que ocupamos, explicó Geller. — Es hora de que el campo de la sismología y el de la ciencia de los terremotos vuelvan a pensar algunos de estos preceptos básicos.

Geller dice que sus colegas alrededor del mundo necesitan aprender de nuevo a “esperar lo inesperado” en lo que a terremotos se refiere.

— Desafortunadamente no tenemos, en este momento, la capacidad científica de hacer predicciones específicas con anticipación inmediata, o, digamos, con años de anticipación, dice. — Todo ese tipo de predicciones se han hecho ya, pero usualmente no se cumplen.

Geller tiene un armario lleno con publicaciones, producidas por científicos y charlatanes por igual, en las que se proclaman métodos de predecir terremotos, todos los cuales se ha encargado con mucho esfuerzo de descartar.

Limitaciones

En el departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Northwestern, dice Stein con perspicacia, probablemente fue un error saltar con tanto entusiasmo hacia los mapas de riesgo de terremotos sin notar las limitaciones.

— Ahora ya tenemos los mapas. Todos los países tiene alguna agencia que hace estos mapas y los ingenieros los estudian, dice Stein. — Tiene un poco de sentido, pero hay muchos problemas con ellos y la incertidumbre es mucho más grande de lo que pensábamos.

Geller ve estos mapas de riegos como un riesgo en sí mismos. — Se basan en suposición tras suposición. Si los tratas como si fueran algo en lo que se puede confiar literalmente como si fueran extremadamente exactos, entonces estás en problemas, dijo.

Mejores Mapas

Esto ha llevado a considerar crear mejores mapas y los científicos intentan descifrar cómo. Pero para mientras tanto, Stein reconoce que la naturaleza tiene la sartén por el mango.

— Jugamos contra la naturaleza. Es una apuesta grande, dijo Stein. — Realmente no entendemos bien todas las reglas. Debemos ser muy cuidadosos al formular las mejores estrategias que podamos, dados los límites de nuestro conocimiento.

Una respuesta está en analizar de mejor manera los datos existentes, yendo hacia más atrás en el tiempo. Geller dice que estos métodos posiblemente puedan prevenir tragedias futuras.

— Estos mega tsunamis, se tenían tres cada 3.000 años, una vez cada mil años o algo así. De manera que si se tiene una planta nuclear con una vida operativa de 50 años se habla de una probabilidad de 5% de que haya un mega tsunami (durante el tiempo de operación de la planta), explicó Geller. — Esa es una probabilidad suficiente como para preocuparse.

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