El sacerdote y exorcista católico José Antonio Fortea fue muy directo en cuanto al mensaje que quiere dejar durante su visita a Miami: el único método para combatir los males espirituales es la oración y, en casos extremos el exorcismo, por lo que la gente no debe recurrir a la brujería o la santería para esos fines.
Sacerdote Fortea: el único método para combatir los males espirituales es la oración
Fortea ofreció el viernes un taller en la Arquidiócesis de Miami sobre los ministerios curativos del exorcismo y luego, decidió invitar a la prensa para responder a las inquietudes sobre el tema.
— En la Iglesia Católica defendemos que algunos casos tienen que ver con demonios y que se solucionan a través del exorcismo. Nos tomamos muy en serio la existencia de ese mundo espiritual, dijo Fortea, sacerdote de la diócesis de Alcalá de Henares, en España, y quien ha estudiado el tema durante varios años.
— Eso no significa que estemos en desacuerdo con la psiquiatría ni la ciencia en general. Lo que sí enfatizamos es que la gente no debe recurrir a métodos oscuros como la brujería, la santería o cosas parecidas.
Brujería, el vudú, la macumba o la santería
De acuerdo con Fortea, las personas que creen en Jesucristo deben buscar respuestas dentro del catolicismo y no en prácticas como la brujería, el vudú, la macumba o la santería.
Todas estas son variantes de prácticas religiosas que arribaron a América con los esclavos africanos y son aún practicadas en países como Cuba, Haití, República Dominicana y Brasil.
El mensaje de Fortea es especialmente delicado en Miami, que cuenta con una población diversa, mayormente proveniente de América Latina, donde existe una fusión de religiones de distintos orígenes.
Es común entre los cubanos y personas de otras nacionalidades, por ejemplo, la práctica de la santería, una religión de origen africano sincretizada con el catolicismo desde los tiempos de la colonización.
También es común ver por los barrios de Miami tiendas botánicas que ofrecen productos a los seguidores de la santería.
Hay que considerar todas las perspectivas
Ernesto Pichardo, un conocido babalao local y presidente de la Iglesia Lukumí Babalú-Ayé, en Hialeah, opinó el viernes que hay que considerar todas las perspectivas.
— La Iglesia Católica considera que cualquier entidad religiosa con prácticas distintas a las cristianas es maléfica o satánica, dijo Pichardo, quien ha luchado por el reconocimiento legal de la santería. —Es una posición ofensiva que distorsiona la realidad del mundo espiritual
Pichardo, quien ha vivido en Miami desde la década de 1960, reconoce que hay personas con malas intenciones que usurpan las practicas religiosas de los santeros pero aclaró que lo mismo sucede en todas las religiones.
Fortea recalcó el viernes la importancia de diseminar su mensaje, ya que, según contó, las prácticas de brujería han tomado más auge en los últimos 30 años.
— Los brujos se lucran con estos trabajos engañosos y se dan a conocer más mediante anuncios comerciales, dijo Fortea. —Esto atrae a más personas a sus trabajos.
Para Pichardo esa opinión carece de validez, ya que según dijo las prácticas religiosas diferentes al cristianismo se han celebrado en todas partes del mundo, y en Latinoamérica, específicamente, desde antes de la colonización.
— De hecho, estas son prácticas que la Iglesia ha tratado de erradicar desde su llegada al nuevo mundo, desde los indígenas, dijo Pichardo.
— Además, nadie hace un mejor proselitismo religioso a nivel internacional que la Iglesia Católica
Fortea, quien estudia para obtener su doctorado en Teología y es autor de un libro sobre demonología, dijo que existen muy pocos sacerdotes exorcistas en la Iglesia Católica, en parte porque no se necesitan muchos especialistas en esa rama.
Para ser exorcista no se necesita un entrenamiento o estudios específicos
Cada sacerdote que pertenece al ministerio ha sido designado por un arzobispo y luego recibe entrenamientos en las oraciones que ayudan a liberar a las personas de los espíritus, explicó Fortea.
— Fue un ministerio que la Iglesia tuvo que crear en el Siglo XX porque surgieron problemas en el mundo a mayor escala que en siglos anteriores, como la avaricia y la adoración al dinero, dijo Fortea.
— En una sociedad donde la gente acuda a la Iglesia, recurra a la oración, y le dé más importancia a las cosas espirituales que a las materiales, no serían necesarios los exorcistas.
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