En su afán por mezclarse con la cultura de un lugar y no perderse ninguna experiencia por absurda que parezca, algunos viajeros hacen cosas inverosímiles.
Rituales curiosos y místicos de viajeros
Tanto así que si los monumentos tuvieran vida pagarían una fortuna por esconderse de ellos, porque cuando se trata de tocar ni sus zonas íntimas se salvan, claro cuando se tocan, porque también hay algún monumento que ha sufrido múltiples cabezazos.
Pero no solo los monumentos hacen parte de las tradiciones preferidas de los turistas, hay varias practicas que se repiten en diferentes lugares del mundo y que pueden resultar más divertidas cuando se observan que cuando se realizan.
Bañarse en petróleo – Azerbaiyán
A Naftalan, ciudad de la República de Azerbaiyán, llegan viajeros de diferentes lugares para tomar baños de petróleo, tentados por la idea de aliviar algunas afecciones, en especial las de la piel. La temperatura del baño es de 40 grados y la duración es de 10 minutos, más tiempo puede ser peligroso.
Tocar los testículos de un caballo – Hungría
Qué iba a imaginarse el valiente soldado András Hadik que esa parte de su caballo estaría así de brillante de tanto tocarse!. András Hadik era el oficial favorito de la emperatriz Maria Teresa, cuyas proezas lo hicieron ascender de rango.
Con el paso del tiempo se hizo tradición entre los estudiantes tocar la parte más viril de su caballo para atraer suerte en los exámenes, comportamiento que hoy en día imitan con curiosidad otros turistas.
Pasar la mano por el falo de un dios – Egipto
No solo en Hungría las zonas «privadas» de un monumento son objeto de curiosidad y toqueteo, en Egipto el dios Min recibe el mismo tratamiento.
En un muro del santuario de la Barca, dentro del templo Luxor, hay una escena protagonizada por este dios, la cual sorprende por la suciedad existente justo alrededor de una de sus partes.
Esta suciedad ha sido causada por las manos de los turistas, quienes haciendo caso a las explicaciones de los guías y no conformes con tocar el miembro de Min para la foto del recuerdo, lo tocan para atraer la fertilidad.
Acariciar la entrepierna de una estatua en un cementerio – Francia
La capital del amor no podía ser menos que Hungría o Egipto. En el cementerio Père Lachaise de París, sobre la tumba de Victor Noir, reposa su estatua.
Es tradición para las mujeres que después de darle un beso y dejarle una rosa en el sombrero le toquen la entrepierna; se rumorea que este acto ayuda a mejorar la fertilidad, la vida sexual y en algunos casos a conseguir marido.
Consumir plantas alucinógenas en un rito indígena – América del Sur
El yagé o ayahuasca es un brebaje ancestral compuesto de plantas, usado por comunidades andinas y amazónicas de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Los indígenas lo consumen en medio de ceremonias nocturnas con fines medicinales y purgativos, dicen que sana el alma y el cuerpo.
Esta practica ha alcanzado tal popularidad, que se ha convertido en un atractivo para varios turistas que quieren unirse al ritual. Los resultados de su consumo son: visiones, vómitos y diarrea.
Ya se han presentado casos con funestas consecuencias, se dice que es recomendable hacerlo solo bajo la supervisión e instrucciones de un chamán o un taita, ya que el cuerpo necesita una preparación.
Tirarle la nariz a un santo – España
En León, durante las fiestas de San Froilán, una de las tradiciones tiene que ver con la imagen del santo que está grabada en la puerta lateral del templo «La Virgen del camino».
Los asistentes después de la procesión, hacen una fila para agarrar por la nariz la figura de San Froilán y pedirle un deseo o atraer la suerte. Sin importar la época del año, los turistas que pasan por el lugar sujetan la nariz del santo e inmortalizan en una foto el momento.
Meter el pulgar en la columna de una mezquita – Turquía
En la mezquita Santa Sofía de Estambul, se alza la columna que llora, mejor conocida por los turistas como la columna de los deseos.
Para alimentar el mito los visitantes se acercan, introducen el dedo pulgar en un orificio, le dan un giro completo; mientras esperan que salga mojado porque esto significaría buena salud. Como es de imaginar el orificio ha ido creciendo con el paso del tiempo.
Ponerse de cabeza y besar una piedra – Irlanda
Cerca de Cork se ubica el Castillo de Blarney, una fortaleza medieval que entre otras cosas llama la atención de los turistas por la piedra de la elocuencia.
La piedra se encuentra en lo alto del castillo, para seguir la tradición es necesario ponerse de cabeza y besar la piedra desde abajo, así se obtendrá el don de la palabra.
Pisar alcantarillas – Suecia
Las alcantarillas de Suecia están diseñadas con diferentes motivos que son la diversión de todo tipo de viajeros. Los turistas se entretienen buscándolas y dándole sentido a las diferentes inscripciones que según algunos al ser pisadas pueden traer suerte.
Darle cabezazos a una escultura – España
En la catedral de Santiago de Compostela cerca del Pórtico de la Gloria está la figura del maestro Mateo conocido como el «santo dos croques», al parecer entre los estudiantes se volvió tradición darle cabezazos intentando recibir sabiduría.
Los viajeros de la zona, especialmente peregrinos, no dudaron en adoptar la misma costumbre. Esta practica ha sido prohibida por el bien de la obra.
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