La religión se define como la creencia en Dios (o varios dioses) y pertenece, ante todo, al dominio de rituales y prácticas asociados a la adoración a ese Dios o dioses. Por su parte, la espiritualidad se vincula con la evolución de la consciencia, por tanto, nace de la persona y se desarrolla en ella.
Religión vs Espiritualidad — Son dos cosas diferentes
Sin duda, la religión puede inspirar la espiritualidad o puede conducir a la conquista de un mayor grado de concienciación, pero considero que debemos dejar de confundir religión con espiritualidad y comprender la diferencia.
Al parecer, no existe una definición precisa de la palabra «espiritual» y como yo lo veo, esa es una de las muchas dificultades que se presentan cuando queremos examinar el tema.
Espiritual
Parece que no existe la necesidad de aportar definiciones transparentes que nos ayuden a comprender su importancia. Con frecuencia, la actitud de la gente al respecto es:
«Ah, tu sabes a lo que me refiero con el término «espiritual» o bien, «Usted sabe lo que quiero decir con la palabra Dios».
Así, las personas podemos hablar extendidamente sobre estos grandes temas sin proveer ninguna claridad a los mismos. Pero yo pienso que la nitidez con la que comprendamos los conceptos es clave para evaluar el camino que hemos tomado.
Se trate de una religión o de la espiritualidad o, si fuese el caso, de ambas. Así que vayamos a la raíz de la palabra «espíritu» que, originalmente, significa «respirar»…
Para Aristóteles
Hablar de espíritu era referirse a aquello en virtud de lo cual un organismo tiene vida. El espíritu pertenecía al soplo de la vida. Hoy en día, cuando nos referimos a una persona que tiene «mucho espíritu» en realidad tratamos de decir que está lleno de vida.
Por otro lado, cuando decimos que el espíritu de alguien «se ha roto», estamos haciendo alusión al hecho de que se ha extinguido su voluntad de vivir. Estos dos ejemplos nos permiten concluir que «espiritual» es un término que está íntimamente relacionado con la fuerza vital de alguien o el principio vital de algo.
Así, un componente central de la espiritualidad es el término vida, que también puede relacionarse con la consciencia. La consciencia es el atributo esencial de la espiritualidad porque estamos llenos de vida cuando tenemos discernimiento y claridad sobre lo que ocurre fuera y dentro de nosotros.
Espiritualidad y consciencia
Así, queda claro que la «espiritualidad» es todo aquello perteneciente a la consciencia. Es un término que se contrapone al de «material» porque evoca todo lo impalpable.
Cuando nos referimos a una persona como alguien «materialista» es evidente que queremos decir que se trata de alguien que está más preocupado de lo normal por el mundo físico, por las cosas que puede tener y por la gratificación inmediata.
En contraste, vinculamos a una persona «espiritual» con alguien que se ocupa por los aspectos de la vida que trascienden y por el desarrollo y comprensión de aquello que se manifiesta más allá de lo que podemos ver y sentir.
Desde luego, las personas espirituales no tendrían por qué despreciar lo físico, lo temporal y lo mundano.
Religión
Lo primero a saber es que la religión por sí misma no implica necesariamente la consecución de objetivos espirituales. En algunos casos apoya la ilusión de una espiritualidad pero, en otros muchos, conduce a las personas en la dirección opuesta.
Asistir a la iglesia, escuchar el sermón, cantar los himnos religiosos o hablar de Dios puede hacernos creer que practicamos una vida espiritual, pero si logramos acercarnos más a estos hechos y analizamos lo que una persona predica con lo que realmente siente y piensa, nos daremos cuenta que puede haber una abismo de distancia.
A veces las prácticas que hemos seguido a pie juntillas y que no hemos objetado nunca, pueden aportarnos el suficiente grado de satisfacción para hacernos sentir cómodos; pero esa comodidad no es igual a crecimiento.
Es justamente lo que nos impide cuestionarnos qué tanto sentido nos hacen nuestras creencias y qué tanto contribuyen a nuestro bienestar personal. De ahí que debemos hablar más a fondo de la espiritualidad…