Acariciar el alma
Acariciar el alma es seducir con las palabras para encender emociones insospechadas. El buen artesano del amor sincero sabe que no hay mayor atracción que la de dos mentes que encajan, que se buscan y se descubren más allá de la piel y los sentidos, porque acariciar el alma es renacer en el otro sin dejar de ser uno mismo.