La fe y la esperanza nos llevan por caminos espirituales donde encontramos la fortaleza y la luz en tiempos de incertidumbre. Cultive estos valores para nutrir su alma y abrir su corazón a las bendiciones que la vida ofrece, encontrando paz y propósito en cada momento.
Un hombre que subía cada día al autobús para ir al trabajo. Una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba al lado de la ventana La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto, iba tirando algo por la ventana, siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre le preguntó que era lo que tiraba por la ventana.
Silvia había observado a Carlitos desde el año anterior, había notado que era diferente a los demás niños, no jugaba, su ropa estaba siempre descuidada y por su aspecto necesitaba darse un buen baño.
Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salió del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi.
Atesora cada momento que vives, y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que El tiempo no espera por nadie.
La felicidad es una elección, comienza con la decisión de ser feliz. La infancia es un ejemplo perfecto de cómo la felicidad puede ser espontánea. Durante esa etapa de la vida, veíamos la vida como una maravillosa y mágica aventura, sin preocupaciones ni responsabilidades.
En la reunión de padres de familia de una escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos. Ella entendía que aunque la mayoría de los padres de la comunidad eran trabajadores, debían encontrar un poco de tiempo para dedicar y pasar con los niños.
