Hermosa reflexión sobre cómo se van dando las amistades a lo largo de la vida y porqué debemos esforzarnos por conservar por toda la vida las que nos son más preciadas. Por algo se dice que los amigos son como la familia que pudimos escoger.
Me quiero reír contigo hasta que seamos viejitos
En la vida conocemos a muchas personas, pero son contadas con los dedos de una mano las que podemos considerar amigas de verdad. Estas personas entran a nuestra historia para quedarse para siempre y les sentimos tan cercanas que no podemos imaginar nuestras vidas sin ellas.
Si tienes la suerte de tener alguien en tu vida, cuídala y mantenla a tu lado, así cuando sean viejitos se seguirán acompañando y riendo tal cual lo hacen hoy.
Características de las amistades hermosas y verdaderas
Concentrarse en lo bueno
A los buenos amigos no tienes que impresionarles. Eso es demasiado trabajo. Los amigos de verdad ven más allá de la superficie, y aprecian tus buenas cualidades.
Ser real
Los amigos de verdad puedes reír o llorar, hacer tonterías o ponerte serio, y aún así, sentir el calor de la verdadera conexión.
El cariño cuenta
Amigo para las buenas será divertido cuando todo va bien. Reconoces a los buenos amigos, sin embargo, cuando sigues sintiendo su cariño incluso si las cosas se ponen feas.
Los errores son parte de la vida
Los amigos de verdad no te condenan por equivocarte; todos somos humanos, y cometemos errores. Aprendemos mientras crecemos.
Equilibrios de poder
Las amistades verdaderas no hay una persona que lidere y otra que le siga. Se trata de ser capaces de turnarse: entender y ser entendido, dar y recibir apoyo, y que te importe lo suficiente para escuchar lo que no se dice.
Pedir perdón
Cuando hay conflictos, los verdaderos amigos encuentran el valor para hablarte de frente en lugar de cotillear y dejar que el malestar aumente. Los verdaderos amigos comprenden, y porque comprenden, son capaces de perdonar.
Lealtad, cuidado y conexión
Amistad verdadera la lealtad es clave, y la conexión es la norma. Sabes que están ahí cuidándote. Los amigos de verdad miran más allá del destello de la personalidad y se quedan con la esencia.
Dejar al otro crecer
La vida es dinámica y la gente cambia. Los amigos de verdad se dan espacio el uno al otro para crecer, el tiempo para recalibrar, y abren la puerta a compartir lo que solo se aprende con la experiencia.
Regar la planta
Como a las plantas, a las amistades hay que regarlas también. Los amigos de verdad se llaman para ver qué tal. Ya sea en el día a día o en los cumpleaños, siempre es algo especial.
Celebrar las cosas buenas
Los amigos de verdad celebran tus victorias. Quieren lo mejor para ti y le importas tanto como para estar de verdad feliz por tus éxitos. Tu alegría es su alegría.
Randy Taran via The Huffington Post