Compartir tu energía sexual

Compartir tu energía sexual, InfoMistico.com

Todo encuentro íntimo con una persona te une de una forma especial con ella. Las energías y las almas se entrelazan y entre más profunda sea esa conexión más se comparte y se intercambia energía con esa persona.

¿Qué tan consciente eres al compartir tu energía sexual?

Cuando hablamos de energía, nos vamos por ramas interminables de conocimiento, las mismas son infinitas e ilimitadas, como es el caso de las consecuencias energéticas que tenemos, al tener sexo con alguna persona.

Durante el acto sexual, una mujer, parte receptiva en la relación, recibe el karma del hombre en cada eyaculación. Con la repetición del sexo sucederán nuevas descargas de karma, siempre del hombre hacia la mujer.

Únicamente sexo sin sentimientos comparte el hombre y muchas veces practicado con personas que ella ni conoce, esto hará que en su Chakra sexual se vaya acumulando una carga inmensa de energía instintiva, saturándola.

Eso originará que su Chakra Cardíaco se vuelva cada vez más solitario, porque no está vibrando con la misma intensidad.

Esa soledad acabará por provocar depresión y sentimientos de angustia con lazos energéticos tubos de energía que se crean entre las personas y por los cuales se transfiere energía.

Estos lazos van de chakra a chakra

Uniéndolos todos a las personas con las que nos relacionamos y principalmente a través del Chakra del Corazón. Estos casos también suelen suceder en hombres que comparten energía con mujeres que trabajan el sexo por dinero.

Usted ya debió haber leído o escuchado a alguien decir que después de tener relaciones sexuales, quedó con una sensación de vacío inmenso, una sensación de soledad que no debería existir.

Porque alguien estaba presente físicamente pero no tubo ninguna satisfacción física por el sexo, esta relación no tubo ningún significado, porque no vino acompañada por la satisfacción espiritual que da el acto sexual por amor.

Su Chakra Sexual vibró intensamente, pero su Chakra Cardíaco no fue alcanzado.

Y si empezamos por la palabra sexo

Que viene de seis, la unión de dos veces tres, que son, el cuerpo físico, emocional y espiritual de la mujer, con el cuerpo físico, emocional y espiritual del hombre, que se unen sin que podamos hacer nada para oponernos, siempre y cuando haya penetración entre un hombre y una mujer.

Entonces, el aura que es el campo energético que tenemos y que no se puede romper con nada (a menos que nosotros demos permiso a entidades energéticas de entrar en el) se une a la del compañero, formando un solo globo, una sola aura mientras se realiza el acto sexual.

Que es el verdadero matrimonio y lo que energéticamente se considera la unión eterna de dos seres que se aman y quieren compartirlo todo con la persona que eligieron.

Cuando unimos las auras con alguien, así haya sido una vez en la vida, juntamos karmas, energía, luz, vibración, conocimiento, larvas (vampiros energéticos que se nos plasman) etc.…

Esto es algo hermoso cuando estamos realmente enamorados

Queremos pasar con esta persona el resto de nuestros días, ya que cuando amamos realmente queremos compartir lo bueno y lo malo con nuestra pareja, pero cuando solo fue un acto de placer, o de una noche, ya no es tan agradable.

Ya que de la misma forma unimos todo lo mencionado y esta unión energética dura siete años, a partir de la ultima relación sexual.

¡Así es!, ¡siete largos años! en que el lazo no se rompe, y en que seguimos unidos de forma energética y karmika con todo aquel con quien hemos compartido nuestra cama, nuestro espacio y nuestro cuerpo energético.

Es importante que cada uno de nosotros se esfuerce por desarrollar su nivel sexual, ya que de este modo ayudaremos a crear una cultura más humana en la que vivir. Del mismo modo que los individuos aprenden a alcanzar la plenitud, también lo hace el mundo como un todo.

Karma sexual

A menudo pensamos en el karma sexual en relación con el modo en que actúa el individuo. También existe karma en la inacción. La energía sexual es muy sutil y se desplaza rápidamente a través del cuerpo. La energía mental es más tosca, y su movimiento más lento permite a las personas pensar con claridad.

Cuando un individuo siente la necesidad fisiológica de liberar energía sexual, y la inhibe por cualquier razón psicológica es posible que la energía sexual se desborde y pase a los centros mentales.

Esto provoca irritación, pensamientos confusos, enojo, ideas retorcidas y una gran cantidad de reflexiones irracionales. Es importante que el individuo conozca sus necesidades sexuales, a fin de poder mantener el equilibrio entre las energías sexuales y otras energías vitales.

Cuando una pequeña cantidad de energía sexual fluye incontenible hacia los centros mentales, genera esperanza, estimula los procesos mentales y da al individuo el incentivo necesario para hacer cosas de las que no se habría creído capaz.

Cuando por el cuerpo no fluye prácticamente energía sexual alguna, el ser se ve invadido por una sensación generalizada de letargo, lo que puede desembocar en la pereza y la depresión.

Es un placer estar con personas sexualmente equilibradas

Pues por lo general son felices, parecen vivir con los pies bien firmes sobre la tierra, y son capaces de contribuir a la sociedad.

Las personas que no equilibran la energía sexual van por el mundo con sentimientos de culpabilidad, temores, tensiones, dolores corporales, dificultad en el dinero y nunca pueden alcanzar sus metas; son, en suma, una carga para sus familiares, para sus amigos y para la sociedad.

La orientación de la vida de una persona viene determinada por el nivel de energía sexual en el que vibra, y por el modo en que la maneja.

Con el tiempo descubrimos que, en lugar de ser una de las partes más infames de la vida, el sexo es, en realidad, la más natural; y el equilibrio capaz de integrar el yo inferior con el superior.

Para el descanso de todos quiero compartirles que hay una cura… el amor en pareja es capaz de quemar y trasmutar lo que sea!.

Cuando unimos nuestra energía de este modo, también damos nuestro poder y vibración de vidas a la otra persona, creando lo que antiguamente llamaban puentes de poder.

Algunas nociones básicas sobre la energía sexual

Fragmento Libro «Almas Gemelas» escrito por Mónica Buonfiglio