El 2020 fue un aplastante para la mayoría, con innumerables conflictos y crisis que nos forzaron a cambiar valores y costumbres. La pandemia del coronavirus fue el factor principal que influyó en estas transformaciones.
Qué esperar de la era de Acuario — Cambios profundos, crisis y desastres naturales
Demostró que no hay nada escrito en piedra, que lo que pensábamos que era permanente tenía estructuras movedizas.
Es absurdo separar los acontecimientos del 2020 y lo que sucederá en el 2021 ya que estamos viviendo un cambio de era, el cual viene enfatizado por la relevancia de la primera conjunción de Júpiter y Saturno en el signo de Acuario el 21 de diciembre del 2020.
Las conjunciones de Júpiter y Saturno suceden alrededor de 20 años, pero esta es exclusiva porque hay cambio de elemento, del de tierra al de aire, y sucede en los últimos grados de Capricornio y primeros grados de Acuario, indicando una evidente e irreversible transición.
Cada 800 años las series de conjunciones entre Júpiter y Saturno transitan todos los elementos del zodiaco, determinando importantes cambios en las civilizaciones.
Pero cada 200 años, se dan una serie de conjunciones que recorren un solo elemento (fuego, tierra, aire o agua), de forma tal que en esas dos centurias hay un patrón social.
Sin embargo, los modelos sociales, políticos y económicos más sobresalientes se reforman cuando la serie de conjunciones cambia al siguiente elemento, como está sucediendo ahora.
El 2021 es el primero de la era de Acuario
Y cuando hay un cambio de era suceden crisis globales, modificaciones económicas y culturales, reformas en los preceptos religiosos e incluso el clima sufren cambios importantes.
Los fenómenos climáticos como los huracanes, inundaciones e incendios no solo causarán daños cuantiosos, sino que impulsarán a millones de personas fuera de sus territorios y esto llevará a los gobiernos a cerrar sus fronteras para prevenir la inmigración.
Es importante planificar
Los últimos meses del 2020 fueron fuertes indicadores de esta metamorfosis en todas las áreas, pero el cambio sigue siendo inevitable. Todo lo que se planifique ahora con proyección al futuro definirá nuestro modo de vida y el de las generaciones posteriores.
Tenemos la obligación y la ventaja de rediseñar la historia, con patrones de optimismo, más humanos y considerados.
Un período para eliminar los poderíos estrictos o las polarizaciones de uno y otro partido. Crear una sociedad en la que existan personas diferentes, pero unidas, donde nos aceptemos y apoyemos, en vez de explotarnos los unos a los otros, en la que las ideologías de cualquier credo sean aceptadas, mientras no dañen a nadie.
En resumen, que en vez de mirarnos como rivales y con rencores, nos tratemos simplemente por lo que somos, humanos. Tenemos fortalezas y debilidades, pero somos cuerpos compuestos de la misma materia universal. Eso nos sugiere la Era de Acuario.
Si no razonamos, o si los que gobiernan el mundo siguen desmesuradamente y sin escrúpulos, obsesionados por el poder y el dinero, manipulándonos y aprovechándose de nuestros miedos, de nuestra necesidad de seguridad y estabilidad, entonces preparémonos a nivel global y personal a sufrir cambios dramáticos.
Todo por el cambio
El descontento con los gobiernos, las injusticias, las diferencias de clases y la discriminación seguirán expresándose con protestas de inconformidad porque necesitamos un cambio, y estamos dispuestos a experimentar lo inconvencional.
Esto conllevará al despliegue de las fuerzas policiales o militares para controlarlas y habrá confrontaciones.
Acuario es un signo revolucionario, obsesionado por el colectivo y la igualdad. Existen dos opciones, o nos alzamos en cuerpo y alma para liberarnos y tomar las riendas de nuestro destino, o renunciamos y seguimos avasallados. Ese es el dilema que propone la Era de Acuario.
La responsabilidad es individual, recapacitemos sin miedo, y procedamos en consonancia porque esa será la única señal de que la era de Acuario va por el camino correcto.
Sin embargo, mientras se hacen ese tipo de transiciones, pueden cometerse errores, como siempre que se hace algo nuevo y, sobre todo, de forma acelerada o sin las debidas verificaciones.
Le decimos adiós a la agrupación de planetas en el signo de Capricornio que nos escoltó durante todo el 2020, aunque Plutón permanecerá en este signo hasta el 2024, transformando las estructuras que están desgastadas y golpeando los sistemas financieros despiadadamente.
Durante este año seguiremos viviendo la tirantez entre Saturno y Urano
Es decir la antagónica lucha entre lo viejo y lo nuevo. La misma seguirá expandiendo la crisis económica llevando a más personas a perder sus empleos y a compañías ir en bancarrota. Veremos imperios flaquear económicamente, monedas depreciarse y ser substituidas por otras.
El dinero virtual o criptomoneda será aceptado en muchos países en los próximo tres años y esto permitirá fiscalizar la liquidez.
Será un periodo frenético, no podía ser de otra forma ya que colisiona lo reconocido con lo que está por conocerse, las viejas jerarquías y patrones burócratas con las nuevas exigencias.
Urano entra en contacto con un planeta rígido y conservador, Saturno, que es tan revolucionario, innovador y raro, que no soporta las cosas tal y como están, que siempre pone la nota discordante en el momento que menos esperamos.
Desafiará los viejos modelos educativos respecto a los nuevos, los apegos de los alumnos, la vieja sociedad con las nuevas tecnologías, los publicaciones impresas con las redes sociales, y estas polaridades serán muy difícil de resolver.
Resistencia al progreso
Las fases entre Saturno y Urano representan un desafío para aprender a buscar la armonía entre el pasado y las alteraciones necesarias. No debemos apegarnos a patrones sin sentido, ni tampoco querer romper con lo establecido a como dé lugar, para establecer algo nuevo que puede ser peor que lo que dejamos atrás.
Siempre existirán agrupaciones que intentarán atraernos a uno u otro extremo, por supuesto para que secundemos sus intereses.
Dado que Saturno está asociado con el miedo, además de la autoridad, y los signos fijos como Tauro y Acuario pueden ser lentos para cambiar, también podríamos ver cierta resistencia firme al progreso, particularmente por aquellos que lo ven como una amenaza.
Hay que tener cuidado con las situaciones explosivas y los enfrentamientos inevitables entre los que apoyan un modelo que necesita ser revisado y los que apoyan la libertad.
Esto podría suscitarse en febrero alrededor del 17, en junio alrededor del 14 y en diciembre alrededor del 24. La ciudadanía está más polarizada que nunca, y nos tratamos como si fuéramos enemigos enfurecidos en una guerra sin piedad.
Estos dos planetas estuvieron en cuadratura (1861-62)
Durante la Guerra civil norteamericana. Los aspectos de estos planetas han estado siempre presentes en las tensiones entre imperios, y en los momentos de brutales políticas expansionistas e imperialistas que suponen también los finales de aquellos imperios que viven su declinar.
La última vez que Saturno transitó por Acuario fue en el 1991 cuando se expuso la Internet al público. La última cuadratura de Saturno y Urano fue durante 1999-2000, aunque en diferentes signos zodiacales.
Saturno y Urano ayudaron a consolidar la asociación entre Silicon Valley y Wall Street, lo que llevó a la cima los punto.com, pero también a su caída estrepitosa dejando millones de inversores arruinados.
La burbuja de los sitios web mostró el lado cruel de los negocios y sus vulnerabilidades ante el constante desarrollo e inversiones digitales. Sin embargo, su mérito está en haber propiciado la oportunidad de mejoras en la industria digital.
Meses más tarde sucedieron los atentados del 11 de septiembre
Dando lugar a la invasión de Irak. Durante este periodo en la historia, también vimos progresos en la ciencia y la tecnología, como la decodificación del genoma humano, que ayudó a revolucionar la medicina moderna.
También hubo un empeoramiento de la crisis ambiental, que puso de relieve la necesidad de mayores protecciones. Dentro de los avances científicos y tecnológicos que podríamos esperar en el 2021, la vacuna del Covid-19 es uno de ellos, pero hay que ser cuidadosos.
Varios países están dispuestos a adquirir la vacuna contra el COVID-19, que asevera tener un 90% de efectividad y algunas autoridades planean que sea obligatoria.
¿Estamos cometiendo un error con una inmunización tan precipitada?
Todos los cambios generales nos afectarán intensamente a nivel personal. Muchos sufrirán depresiones, crisis existenciales y ansiedad debido a las pérdidas materiales. La economía mundial para el 2021 enfrentará muchos retos.
Sarah Moreno | El Nuevo Herald