¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado.
Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
¿Dice que no hay que ser razonable?
Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea.
Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
Exagera
Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad…
Más recursos…
La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: «Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro».
¿Seguro que no exagera?
No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales.
Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona. La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
Deme alguna pista.
Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos «voy a hacer esto» y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
Ver lo que hay y aceptarlo.
Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
Frases para tener en cuenta
- Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando
- La palabra es una forma de energía vital
- No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos
- Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad
- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente
- El mayor potencial es la conciencia
- Lo que se resiste persiste
- La aceptación es el núcleo de la transformación