San Nilo: Profecías del Siglo V y su legado

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San Nilo, un teólogo y erudito bíblico del siglo V, vivió en un monasterio en el Sinaí y fue conocido en la cristiandad Oriental. Además de ser laico casado y trabajar en la corte de Constantinopla, se convirtió en defensor de San Juan Crisóstomo y abrazó el ascetismo.

Visiones proféticas de San Nilo: un mensaje de cambio y advertencia

Interpretando las profecías del siglo V: Entre ascetismo y revelaciones apocalípticas

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En sus profecías, San Nilo predijo cambios drásticos para mediados del siglo XX. Adviertió sobre la confusión mental de la gente por pasiones carnales, aumento de la injusticia y el deshonor, haciendo irreconocible al mundo. Pronosticó una indistinguibilidad entre hombres y mujeres por su apariencia y estilo, señalando un aumento en la crueldad y la semejanza con animales salvajes, influenciados por las tentaciones del Anticristo.

La falta de respeto hacia los mayores y la desaparición del amor son también anticipadas. Igualmente, mencionó la vanidad de líderes cristianos, incapaces de discernir entre lo correcto e incorrecto. La transformación en la moralidad y tradiciones cristianas, junto con el abandono de la modestia y el aumento de la falsedad y codicia, es otro punto focal de sus visiones.

San Nilo describió una sociedad dominada por lujuria, adulterio, homosexualidad, actos secretos y asesinatos. Que las personas perderían la gracia del Espíritu Santo y carecerán de remordimiento. Igualmente, auguró tiempos difíciles para los cristianos fieles, quienes perderán su fe al no encontrar guía espiritual.

Los refugios espirituales serian inaccesibles debido al Anticristo, quien buscará dominio total, realizando milagros y prodigios. San Nilo alerta sobre el avance tecnológico que permitirá la comunicación a larga distancia y el viaje aéreo y submarino, pero advierte que serán engaños del Anticristo.

Finalmente, menciona que Dios acortará los días por los pocos fieles restantes y que surgirá un castigo repentino para los pervertidores y sus seguidores.

Terence Mckenna y la onda de tiempo cero: Redefiniendo la profecía en la era moderna

El I-Ching y el mapa del tiempo: Un viaje hacia el 2012 y más allá

Terence McKenna, un filósofo new age, propuso una versión moderna de la profecía de San Nilo, conocida como la Onda de Tiempo Cero.

ÉÉl, adelantándose a José Argüelles, consideraba que el 2012 sería un año crítico en términos de aceleración del tiempo. Utilizando graficaciones matemáticas del I-Ching, McKenna transformó este antiguo oráculo chino en un Mapa del Tiempo, apoyando la Profecía Maya de que el tiempo se detendría el 21 de Diciembre de 2012.

En su obra «El Paisaje Invisible«, Terence y Dennis McKenna plantean, basados en estudios de chamanismo primitivo y drogas psicoactivas, que nuestro universo es el resultado de la interacción holográfica de dos Hiperuniversos, sugiriendo una naturaleza cíclica y recurrente del universo.

Durante una expedición al Amazonas colombiano en la década de 1970, los hermanos McKenna experimentaron con ayahuasca y hongos alucinógenos. Terence, estudiando el I-Ching, descubrió un patrón fractal, que llamó Onda Temporal, representando una trayectoria repetitiva del tiempo.

En la tradición china, el dios Fuxi, quien se convirtió en emperador hace unos 4.400 años, reveló los 8 Trigramas, que más tarde formaron los 64 Hexagramas del I-Ching, un oráculo enfocado en el cambio y la comprensión de coincidencias para alcanzar un estado mental y espiritual armónico. El Rey Wen Wang, alrededor del 1150 AEC, añadió un carácter moral a los Hexagramas.

La Secuencia de 64 Hexagramas, conocida como la Secuencia del Rey Wen, posee un significado específico por Hexagrama, interpretado en el I-Ching. McKenna encontró que al multiplicar el número de Hexagramas por las líneas por Hexagrama, se obtenían 384, igual al número de días en 13 Lunas del Calendario Lunar chino, sugiriendo que la Secuencia del Rey Wen representaba el tiempo.

El fractal del tiempo de Terence Mckenna: Descifrando la estructura temporal del universo

De la precesión de los equinoccios a la era digital: Análisis de ciclos y evolución

Convertida la Secuencia en un gráfico de picos y depresiones, McKenna concluyó que el I-Ching representaba el flujo del tiempo.

Desarrolló un Fractal de Mandelbrot, donde cada nivel es 64 veces mayor que el anterior. Al multiplicar 384 días por 64, obtuvo un período que coincide con 6 ciclos de manchas solares, lo que multiplicado por 64 resulta en dos Eras Zodiacales, y finalmente, al multiplicar este resultado por 6, se obtiene la duración de un ciclo completo de Precesión de los Equinoccios, 25.837 años.

Terence McKenna, utilizando modelos computacionales y basándose en el I-Ching, desarrolló una teoría sobre el Fractal del Tiempo, subdividiendo la historia en varios niveles, cada uno más corto y acelerado que el anterior:

  1. Primer nivel (evolución de la vida): comenzó hace 1.128 millones de años.
  2. Segundo nivel (simios): inició hace 17,6 millones de años.
  3. Tercer nivel (humanos): empezó hace 275.000 años con la aparición del hombre de Neandertal.
  4. Cuarto nivel (civilización humana): comenzó hace 4.300 años, con correlaciones históricas precisas en los picos y valles del gráfico, como la caída del imperio romano, el descubrimiento de América y las guerras mundiales.
  5. Quinto nivel (computadoras electrónicas): inició en 1945, con un aumento significativo en la velocidad de los avances tecnológicos.
  6. Sexto nivel: duraría 384 días, desde el 3 de diciembre de 2011 hasta el 21 de diciembre de 2012.
  7. Séptimo nivel: de tan solo 6 días, del 16 al 21 de diciembre de 2012, descrito como una «resurrección en la luz».
  8. Octavo nivel: duraría 135 minutos, con 5 saltos evolutivos significativos.
  9. Noveno nivel: comenzaría a las 20:56 del 21 de diciembre de 2012.
  10. Décimo nivel: de 126 segundos, culminando a las 23:08 del mismo día, con 13 saltos evolutivos en la última milésima de segundo.

Según McKenna, el tiempo ha aumentado su velocidad a lo largo de la historia, culminando el 21 de diciembre de 2012, coincidiendo con el fin del Calendario Maya.

Adicionalmente, la ciencia aporta a este contexto con observaciones geofísicas. Richard Gross, geofísico de la NASA, señala que los terremotos pueden alterar la distribución de masa terrestre y afectar la rotación del planeta.

Este fenómeno fue evidenciado por cambios en el eje terrestre y en la duración del día tras grandes terremotos, como el de Chile y el de Sumatra, destacando la interconexión entre eventos geológicos y sus efectos globales.

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