Aunque las demos por sentadas, las palabras que usamos al comunicarnos son muy poderosas. Puede sonar raro, pero la verdad es que hay palabras que por si solas tienen un peso y una emoción asociadas a ellas.
Presiones y limitaciones que nos auto-imponemos
Para ver esto en acción vamos hacer una mini prueba: Te pido por favor decir, ahora mismo en voz alta:
“¡Que día más horrible!”
¿Cómo te sientes? ¿Sientes inconformidad? ¿Desagrado? ¿Tiene eso que ver como verdaderamente está el día?
Aunque en realidad sea el día más maravilloso, igual estas palabras pueden cambiar tu ánimo y traerte sentimientos de malestar.
Nos auto-impongamos limites
Hay palabras que no sólo nos hacen sentir una mala sensación sino también ayudan a que nos auto-impongamos limites. Cosas como “No puedo ir”, “No tengo tiempo”, “Soy pésima/o para eso” son barreras invisibles que levantamos sin darnos cuenta.
Porque si analizamos bien la situación la verdad es que sí podemos ir (pero decidimos no hacerlo), tenemos tiempo (pero ese tiempo lo queremos utilizar en otra cosa), y puede que no seamos expertos en alguna cosa pero probablemente es por que no hemos querido dedicarle el tiempo necesario para serlo.
Claramente, no es que al cambiar estas formas de expresarnos mágicamente vamos a poder hacer lo que sentimos que no podemos, o vamos a crear más horas en el día.
Sin embargo, podemos ir avanzando en nuestra vida de manera más fluida y tranquila; sin sentirnos culpables por restricciones inexistentes, sin sentirnos mal por que no tenemos una cierta capacidad y dándonos un merecido espacio para poder crecer en el futuro.
Para que empecemos a ser un poquito más conscientes de estas presiones y limitaciones que nos autoimponemos y, a su vez, comencemos a ser más gentiles y respetuosos con nosotros mismos, te entregamos algunos ejemplos de frases que desde hoy mismo puedes reemplazar para liberarte de las emociones negativas que traen:
“Soy pésima/o para”
Ejemplos de esto podrían ser: “Soy pésima para cocinar”, “Soy pésimo para las matemáticas” “Tengo pésima memoria”. ¿Es esto verdad? ¿Es que somos pésimos o la verdad es que nunca nos hemos dado el tiempo para mejorar?
Muchas veces se trata de temas que no nos llaman la atención, y por eso mismo no nos interesa aprender más sobre ellos. Otras veces, es simplemente que no le hemos dado prioridad. Esta bien, no tenemos que ser expertos en todo y podemos aprender más cosas en el futuro, así que basta reconocerlo y dejar de lado la culpa.
¿Con que lo reemplazo?
- “La verdad es que no me llama la atención la cocina, así que nunca he aprendido a cocinar bien. Prefiero ocupar mi tiempo en aprender (cualquier otro hobby que tengas).”
- “Nunca disfruté de las matemáticas en el colegio, y actualmente no es uno de mis fuertes. Seguro que si me dedicara a aprender podría ser mucho mejor pero, por ahora, no me motiva hacerlo.”
- “Mi memoria no es la mejor, pero estoy comiendo pasas para mejorarla!”. Estas nuevas frases te dan la posibilidad de mejorar en el futuro, y son mucho más fieles a tu verdadera realidad.
“No tengo tiempo”
La famosa frase de H. Jackson Brown nos puede ayudar a inspirarnos para hacer un cambio aquí: “No digas que no tienes suficiente tiempo.
Tienes exactamente el mismo cantidad de horas por día que tenían Helen Keller, Pasteur, Miguel Ángel, Madre Teresa, Leonardo da Vinci, Thomas Jefferson y Albert Einstein.”.
La realidad es que, no es que no tengamos tiempo, es que priorizamos otras cosas en el tiempo que tenemos y no hay porque sentirse mal por eso.
¿Con qué lo reemplazo?
- En vez de que te sientas agotado y estresado al decir “No tengo tiempo” que tal si comienzas a decir “Esto es importante para mi, así que estoy optando por ocupar la mayor cantidad de tiempo en él.”
- “Me doy cuenta que estoy priorizando algunas cosas que no tienen tanta importancia como yo pensaba que tenían. Voy a revisar como puedo cambiar mi agenda semanal para empezar a darle prioridad a lo importante”
- Nuevamente, no es que generarás mas tiempo, pero si comenzarás a estar mas atento/a a como ocupas este recurso y tendrás la oportunidad de ocuparlo de manera más sabia cada vez.
“No sé”
Muchas veces ésta es nuestra primera respuesta para cualquier pregunta, incluso sin siquiera pensar si es que es verdad o no. Algunas veces es cierto que no sabemos, pero tenemos la posibilidad de averiguar la respuesta.
Otras veces sólo necesitamos un tiempo para pensar un poquito y encontrar la respuesta. El objetivo es reemplazar esta frase con otra que nos evite sentirnos incapaces o inútiles. Para esto, podemos dar una respuesta más clara y específica.
¿Con qué lo reemplazo?
- Puede ser
- “No sé, pero puedo intentar averiguarlo”
- “La verdad es que no tengo mayor interés en ese tema y entonces no manejo esa información” o también
- “Deja pensarlo un ratito y te contesto”
- Cualquiera de estas respuesta dicen la verdad, que eres una persona que está en control y que toma acción cuando es necesario.
“Debería hacerlo/ Tengo que”
“Debería ir al supermercado hoy”, “Tengo que hacerlo, se lo prometí”, “Tengo que ir al cumpleaños”, “Estoy obligada hacerlo”, etc. La verdad es que nadie nos obliga a nada, nosotros somos quienes decidimos.
¿Por qué hacernos las víctimas si tenemos toda la capacidad para elegir que va pasar con nosotros mismos?
¿Con que lo reemplazo?
- “Quiero comer mañana, así que escojo ir al supermercado hoy”
- “Me hace feliz honrar mis compromisos, entonces lo haré yendo a este cumpleaños”
- “Este evento es parte de mi trabajo, y como quiero continuar trabajando aquí, tomo la decisión de ir”
- Al reconocer que tu has tomado la decisión de tomar una acción por una cierta razón, dejas de lado la víctima y nuevamente pasas a ser el protagonista de tu propia historia… sin ninguna carga negativa o mal sentimiento.
“No puedo”
Ejemplos de esto sería “No puedo ir” o “No puedo hacerlo”. Querer es poder, y si realmente quisiéramos hacerlo, probablemente lo haríamos. Entonces dejemos de lado el sentimiento de culpabilidad. Sólo estamos optando por otra posibilidad y eso no debería generarnos estrés por ningún motivo.
¿Con qué lo reemplazo?
Formas de ser mas honestos y abiertos serían:
- “Agradezco la invitación pero quiero estar tranquila en casa hoy”
- “La verdad es que quiero focalizar mi energía en otra tarea que tiene mayor importancia para mi y por esto opto por no hacer lo que me estas pidiendo”
- “Tengo la capacidad de hacerlo, pero preferiría que otra persona tomara esta responsabilidad, ¿existe la posibilidad que sea así?”
- ¡Si! ¡Tú puedes hacer de todo, pero si conscientemente decides que es lo mejor para ti!
Esto son sólo algunas posibilidades que existen para reemplazar frases que nos están limitando. Seguramente podrás pensar en otras que sean más naturales para ti, o que sientas que se ajusten mejor a tu realidad.
Como sea, ya tienes la posibilidad de estar alerta a ti mismo y dejar de lado formas de hablar que no te están beneficiando
¡Comienza hoy a energizarte y empoderarte con tus propias palabras!