Si hubiésemos vivido hace 4.500 millones de años, hubiéramos visto una Luna 20 veces más grande en el cielo. En ese entonces, nuestro satélite natural se encontraba a entre 19.000 y 30.000 kilómetros de distancia. Ahora, está a alrededor de 370.000 kilómetros de la Tierra y se nos aleja cada vez más: unos 3.8 centímetros por año.
La Luna se aleja cada vez más de la Tierra
El motivo se relaciona directamente con el hecho de que la Luna influye en las mareas terrestres, explica el sitio de la Universidad Cornell.
Debido a que el lado de la Tierra que mira a la Luna está más cerca, siente una fuerza de gravedad más fuerte que el centro de la Tierra. El efecto más notable es la marea que se levanta en el océano.
Tal como describe un artículo de BBC, la Tierra y la Luna están unidas por un «abrazo gravitacional» que hace que nuestro planeta rote cada vez más lento sobre su eje y que la Luna lo haga cada vez más rápido. Y, cuando algo que está en órbita se acelera, esta fuerza lo empuja hacia afuera.
George Howard Darwin – Hijo de Charles Darwin
Fue George Howard Darwin, el hijo de Charles Darwin, el primero en entender de una manera matemática cómo la órbita de la Luna evolucionaría por la fricción de las mareas. Por este fenómeno, los días se están alargando
En 100 años, los días durarán 2 milisegundos más. Un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison, publicado en 2018, reveló que hace 1.400 millones de años, los días en la Tierra duraban apenas 18 horas, en parte porque la Luna estaba más cerca y el planeta rotaba más rápidamente sobre su eje.
«A medida que la Luna se aleja, la Tierra es como un patinador artístico que gira y estira sus brazos para bajar la velocidad», explicó Stephen Meyers, coautor de la investigación.
El distanciamiento de la Luna también provocaría otros efectos: los mares apenas tendrían mareas, los inviernos serían mucho más fríos y los veranos, más calurosos.
¿Nos vamos a quedar sin Luna?
Por suerte, no. Los científicos estiman que en unos 50.000 millones de años, llegaremos a un equilibrio con la Luna y su órbita se estabilizará. Para entonces, se encontrará a 970.000 kilómetros de la Tierra y le llevará 47 días dar una vuelta completa a nuestro planeta, en lugar de 27.
No hay que preocuparse demasiado: antes de que eso ocurra, el Sol se habrá expandido para convertirse en un gigante rojo y, posiblemente, se habrá tragado a la Tierra junto con su satélite :-(