Durante los diversos hechos que el mundo ha atravesado, el pueblo judío ha jugado un papel importante en la profecía bíblica.
Cristianos tienen cierto amor fraternal por el pueblo judío
Aunque hay cierto lado de la teología que cree que el pueblo de Israel, ya no tiene ninguna relación con Dios, y otra parte de la teología, cree que el cuerpo de Cristo ha tomado el papel del pueblo judío, siendo los judíos apartados de la mano de Dios para siempre.
Antes de que los judíos sufrieran una horrible persecución en lo que se conoce «La Noche de los Cristales Rotos», el pueblo judío no tenía patria, y luego de esa persecución entre los años 1947/48 Israel es reconocido mundialmente para que regresen a sus tierras, cumpliendo así parte de lo que la profecía bíblica (Isaías 43:5-6) menciona sobre el retorno del pueblo de Israel.
El holocausto
Durante el holocausto, la prensa reportó que los que murieron fueron judíos, nunca se mencionó que eran “descendientes de judíos”, lo que permitió ver con claridad que los que regresaron a la tierra de Israel son los mismos que el profeta Isaías describe en varios versos bíblicos.
Por esta y una serie de versos que Isaías menciona con exactitud, es que la profecía que menciona a Israel y su regreso a sus tierras, nos confirma que Israel sigue estando en el plan de Dios.
La Biblia menciona que Israel es importante en cuanto al acontecer mundial, una de las profecías que nos confirma que Israel sigue estando en la mano de Dios la podemos encontrar en Zacarías 12:2, que nos garantiza que Jerusalén será vista como el centro a todas las naciones.
En efecto, no hay día en que los medios mundiales, mencionen a Israel y sus asuntos políticos. Dios también ha hecho pactos con Israel, por lo que esos pactos son inquebrantables, en Oseas 11:8-10, se describe cómo es que Dios ha venido tratando con Israel, y como es que cumplirá sus propósitos en ellos.
¿Por qué los cristianos aman a Israel?
Un fiel creyente al Evangelio de Cristo, debe de amar a Israel (y a todos los pueblos), porque de no hacerlo, quebrantaría uno de los mandamientos descritos en Marcos 12:31, ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’, quien rechaza a Israel no puede entrar al reino de los cielos, por más que lo intente.
Puesto que es uno de los mandamientos mayores dados por Cristo. En la Biblia se menciona una promesa que dice: Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. Salmos 122:6.
La piedra pesada descrita en Zacarías 12:2 es Jerusalén, por lo tanto, todos aquellos creyentes que pidan con amor por la paz de Jerusalén (Israel), tienen la garantía de que Dios de igual manera les recompensará.
Aunque Israel no reconoció a Cristo como su Mesías
El Dios al que ellos adoran, es el mismo Dios que el creyente en Cristo adora, puesto que a pesar de que no creen en Cristo como el unigénito Hijo de Dios, una profecía futura en Zacarías 12:10, describe que ellos reconocerán a quien traspasaron.
Por lo tanto, a pesar de su rechazo a Cristo, tienen una comunión con el creyente, puesto que adoran al mismo Dios que el creyente adora.
Los libros conocidos como el Pentateuco, son los libros dados por inspiración divina a Moisés, a pesar de que el creyente ya no vive bajo la ley, los libros que ellos utilizan, han sido de bendición para el creyente, permitiendo que a pesar de su rechazo a otros libros, el creyente y el judío compartan una misma visión, el Dios de Moisés es el mismo Dios de ambos lados.
El creyente nunca tendrá que tomar el papel de Israel, puesto que el creyente tiene ya sus propias bienaventuranzas (Juan 20:29), un creyente que usurpa la identidad judía, es un creyente que aún no ha conocido a Cristo verdaderamente y estaría rechazando al Hijo de Dios.
Por lo tanto, es importante que quien conoce de Cristo, ame a Israel, pero nunca debe de ser parte de la judaización moderna, puesto que al adoptar esta medida, el creyente puede caer bajo maldición (Mateo 27:23-26), y su entendimiento puede ser cegado, para no volver a la senda recta en Cristo.
El creyente en Cristo
Es probable que sea visto por el pueblo judío como un blasfemo, pero el mismo amor que Cristo demostró en la cruz del Calvario por toda la humanidad, es el mismo amor que el creyente en Cristo debe de ofrecerle a Israel (1 Corintios 13:1).
Un creyente puede demostrarle su amor a un judío al hablarle de Cristo, pero es importante que ese amor no sobrepase los límites de Dios, puesto que el pueblo judío tienen ya profetizado su trato directo con Dios, en donde las vendas de sus ojos, para conocer a su Mesías Salvador serán quitadas (Romanos 11:25-26).
Estas son algunas cosas resumidas que todo creyente debe de tener presente, su amor por Israel no solamente debe de ser porque son un pueblo que Dios escogió, el amor hacia Israel debe de ser porque la Biblia nos enseña que amemos a quienes nos rodean.
Así como un día Cristo demostró su amor por la humanidad en aquella cruz, el creyente también debe de demostrar su amor por un pueblo que Dios escogió desde la fundación del mundo.
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