Scott Parker, un vecino de un pueblo de California, quería que sus hijos supieran más sobre el valor del dinero, y decidió hacer algo que muchos padres considerarían radical: mostrarles exactamente lo que ganaba.
¿Por qué es importante contar a tus hijos cuánto dinero ganas?
Fue al banco y pidió que le dieran en metálico el sueldo del mes en billetes pequeños. Un día después recogió el dinero en un saco y se fue a casa.
Su hijo mayor, Daniel, que tenía 15 años entonces, recuerda el momento en que su padre entró en la casa y arrojó miles de dólares en una mesa. «Parecía que había robado un banco», dijo. Después Parker comenzó desgranarles las cuentas de la casa.
Les habló de los impuestos, del dinero para el diezmo a su iglesia e hizo una gran pila con la cantidad equivalente al pago de la hipoteca de la casa, otra para el fútbol y los scouts y otra para las hamburguesas del fin de semana.
Al final, no quedaba mucho más. «Yo estaba tratando de crearles el mayor impacto posible y sin duda capté su atención», afirma el padre de familia en un artículo que publica The New York Times.
El columnista Ron Lieber cree que los hijos tienen derecho a saber lo que ganamos
Puede parecer inadecuado, pero se les puede comenzar a iniciar cuando sólo tienen 5 o 6 años, haciéndolo lentamente y dando respuestas reales. Si lo manejamos bien, será una de las más valiosas lecciones de su infancia.
Porque el dinero es un misterio para los niños. Ellos sienten su poder, y por eso hacen preguntas, muchos de ellos, durante muchos años.
Nosotros, los adultos, sin embargo, tendemos a esquivar las preguntas sobre el dinero que hacen nuestros hijos a veces diciéndoles que son de mala educación, o tal vez con inquietud por lo delicado de esta información.
A veces respondemos a la defensiva y visceralmente, o con malas maneras para hacerles ver que está fuera de lugar pese a la evidente importancia que tiene.
Queremos proteger a los hijos de un tema que muchos de nosotros encontramos estresante o desconcertante. Pero «es igual de peligroso que decirles cómo sus cuerpos van a cambiar durante la pubertad», dice Amanda Rose Adams, madre de dos hijos en Fort Collins, Colorado.
Esto no significa que los niños tengan derecho a que se les desvele a la primera cuánto ganamos
La transparencia financiera viene a través de la preparación y se tarda una década o más en darles el conocimiento suficiente y crear el contexto para que la información sea significativa y para que se sientan seguros al compartirlo.
Comienza usando una estrategia sencilla cada vez que tu hijo te hace una pregunta sobre dinero: No lo digas con desaprobación o actitud defensiva. Se puede plantear: «¿Por qué lo preguntas?» y dejar claro que te alegras de que lo preguntó.
Esta es una táctica dilatoria para darte tiempo a pensar en una respuesta. Incluso te puede permitir averiguar exactamente lo que está en la mente de tu hijo. Se puede empezar con niños de tan sólo 6 ó 7 años, haciéndoles partícipes de la factura del supermercado.
Les ayudará a discernir sobre qué es lo que gastamos cada mes para cubrir las necesidades, y que gastamos en cosas que simplemente queremos.
Algunas familias comparten con los niños cuánto cuesta que vayan a ese colegio concertado o privado que les gusta tanto. Otras se centran en los gastos que se derivan de las clases extraescolares.
Las familias que tienen dificultades económicas
O están pasando por un período en el paro, son naturalmente más reticentes a dar información. Aun así, incluso los más jóvenes en general entienden que el presupuesto se ha reducido y quieren saber por qué.
Pretender que no han mermado o no habido una reducción en los ingresos o alguna otra circunstancia difícil no les ayuda. «Si no hablas con ellos, entonces ellos sacan sus propias conclusiones», dice en el artículo Sara Solnick, profesora asociadoa de economía en la Universidad de Vermont.
Ser transparente sobre los ingresos puede plantear desafíos especiales si se es realmente rico; ya que los niños pueden hacer alarde de su buena fortuna o pensar que no tienen por qué trabajar.
En estos casos, vale la pena intentar algunos ejercicios, como mostrar a tus hijos, por ejemplo, los detalles de lo que cuestan unas vacaciones o una segunda vivienda.
Para aquellos de nosotros que tenemos al menos un poco más de lo que necesitamos para vivir, lo que gastamos dice mucho a los niños acerca de lo que somos y nuestros valores.
Lo mismo les pasa a los que nos les sobra nada cada mes
¿Cuánto ahorramos? ¿Por qué fluctúa? ¿Quién nos ha ayudado?, ¿qué es lo que le damos a las personas que tienen menos?, y ¿por qué no les damos más?.
Es imposible responder a estas preguntas de los niños con convicción y claridad, si ellos no saben a cuánto asciende la primera parte de la ecuación, es decir, cuánto ganamos.
¿Que es la riqueza? Reflexiones de Sabiduría y Conocimiento
A dos grupos de personas se les hizo la siguiente pregunta: ¿Qué es la riqueza? El primer grupo contestó de la siguiente manera..