El Carnaval es una festividad popular que solo se celebra en países de tradición cristiana, es una oportunidad para dejar atrás la monotonía y disfrutar de la vida al máximo. Esta celebración anual tiene lugar durante las carnestolendas, los tres días previos al Miércoles de Ceniza y el inicio de la Cuaresma.
Del culto al buey Apis a las bacanales: las raíces antiguas del Carnaval
La palabra “Carnaval” proviene de la expresión latina «carnem levare», que significa «quitar la carne», haciendo referencia a la prohibición de consumir carne y grasa animal durante los cuarenta días de la Cuaresma.
Mientras que «Carnestolendas» se deriva del latín «dominica ante carnes tollendas», que se traduce como «el domingo antes de quitar las carnes».
De acuerdo con el calendario religioso, el período de Carnaval comienza el 6 de enero, el día de la Epifanía, que marca el final de las festividades navideñas, y culmina en el Miércoles de Ceniza.
El origen antiguo del Carnaval: Legado pagano que ha perdurado en la historia
¿Sabías que el Carnaval puede tener sus raíces en antiguas fiestas paganas?
Se cree que esta celebración puede remontarse a festividades como el culto al buey Apis e Isis en Egipto, las fiestas dionisíacas griegas, las bacanales, lupercales y saturnales romanas, y las festividades celtas del muérdago.
Los antiguos romanos celebraban las «lupercales» a mediados de febrero en honor al dios Pan. Durante estas festividades, se realizaban procesiones, sacrificios y se llevaban a cabo ritos de purificación.
Con el tiempo, esta costumbre se difundió por Europa y llegó a América gracias a los navegantes españoles y portugueses que colonizaron el continente a partir del siglo XV.
El Renacimiento del Carnaval en la Edad Media
En la Edad Media, el carnaval renació como una celebración pagana que permitía a la gente disfrutar de banquetes, bailes y juegos para enfrentar la austeridad de la cuaresma con el cuerpo fortalecido y preparado.
En la España de la Conquista y la Colonia, era costumbre disfrazarse en ciertos días para gastar bromas en lugares públicos, una práctica que fue prohibida por Carlos I en 1523 y por Felipe II. Sin embargo, fue durante el reinado de Felipe IV que se restauró el esplendor de las máscaras y disfraces en el carnaval.
El Carnaval: experiencia única que abole las barreras sociales y las normas
Mijail Bajtin, autor de «La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento», nos enseña que el Carnaval no es simplemente un espectáculo que se observa desde la distancia, sino que es una experiencia única que se vive plenamente.
Durante el Carnaval, no existe otra realidad que la del Carnaval mismo, y no hay fronteras espaciales que lo limiten.
Durante la fiesta, todas las personas viven de acuerdo con las leyes de la libertad, lo que significa una abolición temporal de las jerarquías, los privilegios, las normas y los tabúes que rigen la vida cotidiana.
Todos son iguales y existe una forma especial de contacto libre y familiar entre individuos que normalmente están separados por sus diferencias en la vida diaria, como su condición social, su fortuna, su empleo, su edad o su situación familiar.
El Carnaval es, por tanto, una liberación temporal que permite a las personas experimentar un mundo sin barreras ni prejuicios, un mundo en el que todos son iguales y la diversión y el disfrute son la norma.
Todas las caras del Carnaval: celebraciones únicas alrededor del mundo
El Carnaval es una celebración que varía dependiendo del país y la cultura en la que se celebra. En Baviera y Austria, por ejemplo, se conoce como Fasching y comienza el 6 de enero, día de la Epifanía.
En Colombia, se celebra el Carnaval de Negros y Blancos, una festividad costumbrista y ancestral que se lleva a cabo durante los días 3, 4, 5 y 6 de enero en la zona andina.
En algunos lugares de Alemania, la temporada comienza 11 minutos después de las 11 de la noche del 11 de noviembre. Mientras tanto, en Francia y España, el Carnaval comienza el domingo de Quincuagésima (el domingo anterior al Miércoles de Ceniza) y termina el Martes de Carnaval.
En Italia y otros países mediterráneos, el Carnaval comienza el jueves anterior, también conocido como «Jueves Gordo o Lardero», aunque en otros sitios el «Jueves Lardero» es el siguiente al Miércoles de Ceniza.
Durante la celebración del Carnaval, se pueden encontrar desfiles de carrozas, bailes de disfraces, comparsas y murgas, todo adornado con coloridas máscaras.
El miércoles de ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un periodo de 40 días en el cristianismo durante el cual los fieles deben purificarse de sus pecados por medio de privaciones.
Este periodo concluye en el Viernes Santo, día de la muerte de Cristo, y culmina con la fiesta del Domingo de Pascua, en que se celebra la resurrección de Cristo.
Hoy en día, muchas ciudades y países han llevado la celebración del Carnaval a otro nivel, con una gran variedad de despliegues de máscaras, carrozas y comparsas. Por lo tanto, estos lugares se han convertido en destinos turísticos muy populares, visitados por miles de personas cada año.
¡Sin duda, el Carnaval es una festividad que ofrece una experiencia única e inolvidable!
De Brasil a Bolivia: una travesía por los Carnavales más impresionantes del mundo
Desde el mundialmente famoso Carnaval de Río, hasta el vibrante Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y el colorido Carnaval de Oruro en Bolivia, pasando por el emocionante Carnaval de Corrientes en Argentina y el enérgico Carnaval de República Dominicana.
Cada uno de estos festejos ofrece una experiencia única y emocionante para aquellos que buscan sumergirse en las tradiciones locales.
En algunos destinos, las calles cobran vida con las máscaras que persiguen a los paseantes con sus vejigas de toro, animando a todos a unirse a la fiesta.
Mientras que en otros lugares, las serpentinas y el papel picado son la norma, junto con la molesta, pero divertida espuma y la refrescante tradición de empapar a los demás con agua y globos.