Conoce el Poder Mágico del Salmo Número 88. Los Salmos son oraciones muy poderosas en sí mismas, sin embargo el resultado de nuestra demanda dependerá siempre de nuestra fe. Por eso, es necesario poner todo nuestro empeño en pedir con fe que el cielo conceda nuestras súplicas.
Poder Mágico Salmo 88 — Enfermedad y al borde de la muerte
Sin duda la mejor hora para realizar el acto mágico que es utilizar el Salmo 88 en la oración es por la mañana, antes del amanecer. Hay en ese momento una mayor conexión entre el universo y el hombre que reza.
Si se recomienda pronunciar el Salmo 88 por la mañana, antes de la salida del sol, y se desaconseja hacerlo de noche porque se estima que entonces las fuerzas de la oscuridad prevalecen sobre las de la luz.
Los cabalistas, que utilizan el poder de los Salmos desde la más remota Antigüedad, nos enseñan que no es conveniente rezar en aquellos lugares considerados impuros, como mataderos, cementerios, baños, letrinas, etc.
Salmo 88 para obtener algo que merecemos
Cuando queremos utilizar el Salmo 88 para obtener algo que merecemos, es muy importante ser perseverantes y no desfallecer. No hemos de desanimarnos nunca, a veces la respuesta no llega tan pronto como quisiéramos o en la forma o las palabras que desearíamos.
A veces pedimos algo que no merecemos o que no nos conviene espiritualmente. A veces el mero hecho de que no obtengamos una respuesta quiere decir que la respuesta es «no».
Si seguimos insistiendo es posible que acabemos obteniendo lo que pedimos, pero con el tiempo veremos que se trata más de un castigo que de una recompensa. Algunos sabios aconsejan que antes de cualquier petición pronunciemos la siguiente oración:
“Satisfaz mi deseo, Padre Todopoderoso, si ello no ha de perjudicarme ni perjudicar a ninguno de tus hijos”
Se trata de una excelente manera de protegernos contra los efectos negativos de nuestra propia ignorancia.
Aplicaciones que se le da al Tehilim / Salmo 88
- Sirve para conectarnos con su energía salvadora en los momentos más grises de nuestra vida
- Utilizarlo en caso de peligro mortal
- Invocar la ayuda de Dios
- Enfermedad
- Personas afligidas
Rituales Salmo 88
El Salmo 88 es la expresión de alguien cuya enfermedad lo tiene al borde de la muerte, ruega a Dios que lo auxilie.
Sirve para pedirle a Dios que aleje la muerte de nuestras vidas, si nuestra existencia esta en peligro. También puede tratarse de un familiar, algún amigo o ser querido, o incluso un desconocido por el que deseemos orar para que Dios lo cubra con su poder sagrado y aleje el peligro de su vida
Debes rezar con frecuencia el salmo 88, nos permiten que mucho bien llegue a nuestras vidas y a los que se lo recemos ayuda a que muchos males ancestrales se alejen de nuestras vidas. También sirve para lograr el bienestar la armonía y prosperidad de una comunidad.
El salmo 88 es la oración perfecta, donde sentiremos la calma ansiada en momentos de angustia, es uno de los salmos que mayor nivel de dolor demuestra, gracias a la sentida súplica que el afligido hace a nuestro Padre, que deja una gran sensación de tristeza al leerlo, pero permite que la paz espiritual llegue a tu vida.
Tehilim / Salmo 88 — Para cuando una enfermedad nos tiene al borde de la muerte
1 Canto. Salmo de los hijos de Coré. Del maestro de coro. Poema de Hemán, el Aborigen.
2 ¡Señor, mi Dios y mi salvador,
día y noche estoy clamando ante ti:
3 que mi plegaria llegue a tu presencia;
inclina tu oído a mi clamor!
4 Porque estoy saturado de infortunios,
y mi vida está al borde del Abismo;
5 me cuento entre los que bajaron a la tumba,
y soy como un hombre sin fuerzas.
6 Yo tengo mi lecho entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
como aquellos en los que tú ya ni piensas,
porque fueron arrancados de tu mano.
7 Me has puesto en lo más hondo de la fosa,
en las regiones oscuras y profundas;
8 tu indignación pesa sobre mí,
y me estás ahogando con tu oleaje.
9 Apartaste de mí a mis conocidos,
me hiciste despreciable a sus ojos;
estoy prisionero, sin poder salir,
10 y mis ojos se debilitan por la aflicción.
Yo te invoco, Señor, todo el día,
con las manos tendidas hacia ti.
11 ¿Acaso haces prodigios por los muertos,
o se alzan los difuntos para darte gracias?
12 ¿Se proclama tu amor en el sepulcro,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
13 ¿Se anuncian tus maravillas en las tinieblas,
o tu justicia en la tierra del olvido?
14 Yo invoco tu ayuda, Señor,
desde temprano te llega mi plegaria:
15 ¿Por qué me rechazas, Señor?
¿Por qué me ocultas tu rostro?
16 Estoy afligido y enfermo desde niño,
extenuado bajo el peso de tus desgracias;
17 tus enojos pasaron sobre mí,
me consumieron tus terribles aflicciones.
18 Me rodean todo el día como una correntada,
me envuelven todos a la vez.
19 Tú me separaste de mis parientes y amigos,
y las tinieblas son mis confidentes.