Conoce el Poder Mágico del Salmo Número 7. Los Salmos son oraciones muy poderosas en sí mismas, sin embargo el resultado de nuestra demanda dependerá siempre de nuestra fe. Por eso, es necesario poner todo nuestro empeño en pedir con fe que el cielo conceda nuestras súplicas.
Poder Mágico del Salmo número 7
Sin duda la mejor hora para realizar el acto mágico que es utilizar el Salmo 7 en la oración es por la mañana, antes del amanecer. Hay en ese momento una mayor conexión entre el universo y el hombre que reza.
Si se recomienda pronunciar el Salmo 7 por la mañana, antes de la salida del sol, y se desaconseja hacerlo de noche porque se estima que entonces las fuerzas de la oscuridad prevalecen sobre las de la luz.
Los cabalistas, que utilizan el poder de los Salmos desde la más remota Antigüedad, nos enseñan que no es conveniente rezar en aquellos lugares considerados impuros, como mataderos, cementerios, baños, letrinas, etc.
Salmo 7 para obtener algo que merecemos
Cuando queremos utilizar el Salmo 7 para obtener algo que merecemos, es muy importante ser perseverantes y no desfallecer. No hemos de desanimarnos nunca, a veces la respuesta no llega tan pronto como quisiéramos o en la forma o las palabras que desearíamos.
A veces pedimos algo que no merecemos o que no nos conviene espiritualmente. A veces el mero hecho de que no obtengamos una respuesta quiere decir que la respuesta es «no».
Si seguimos insistiendo es posible que acabemos obteniendo lo que pedimos, pero con el tiempo veremos que se trata más de un castigo que de una recompensa. Algunos sabios aconsejan que antes de cualquier petición pronunciemos la siguiente oración:
“Satisfaz mi deseo, Padre Todopoderoso, si ello no ha de perjudicarme ni perjudicar a ninguno de tus hijos”
Se trata de una excelente manera de protegernos contra los efectos negativos de nuestra propia ignorancia.
Aplicaciones que se le da Tehilim / Salmo 7
- Para estar defendido de los enemigos y perseguidores.
- Salmo cuyo socorro es rápido.
- Soluciona con celeridad los problemas espirituales.
- Alejar a los que nos quieren mal.
- Cuando alguien es acusado de forma injusta.
- Este salmo facilita el descubrimiento de secretos.
- Estar protegido en la injusticia y en la adversidad.
- Situaciones difíciles, o tramas contra ti.
Cuando personas malas conspiren para provocarte infortunios; si tus enemigos esperan una oportunidad para derrotarte; si te persiguen para hacerte daño, entonces toma tierra del lugar en tus manos y reza este Salmo teniendo fijo en tu mente el nombre Dios, arroja entonces el polvo en la dirección de tus enemigos.
Si has incurrido en la mala voluntad de tu enemigo, cuyo poder indisputable y venganza tienes razón de temer, debes llenar un envase con agua fresca y pronunciar sobre ella los últimos diez versos de este Salmo, Después derrama el agua en un lugar donde él viva o en un lugar por donde él deba pasar, y al hacerlo le vencerás.
Si tienes un caso ante la corte por decidir, y tienes razón para temer un veredicto desfavorable o parcial, reza entonces este Salmo, despacio, antes de comparecer ante el juez, pensando al mismo en dios y en el derecho de tu causa que te lleva ante la corte, y al acercarte al juez reza lo siguiente:
“¡Oh gran creador del universo! Haz que el corazón del juez se mueva en favor mío y permite que se me haga justicia antes de alejarme. Dad a mis palabras poder y fuerza y permíteme encontrar este gran favor. Amén.»
Poder Mágico Salmo 7 – Para alejar a los enemigos
1 Lamentación de David. La que cantó al Señor a propósito de Cus, el benjaminita.
2 Señor, Dios mío, en ti me refugio:
sálvame de todos los que me persiguen;
3 líbrame, para que nadie pueda atraparme
como un león, que destroza sin remedio.
4 Señor, Dios mío, si cometí alguna bajeza,
o hay crímenes en mis manos;
5 si he pagado con traición a mi amigo
o he despojado sin razón a mi adversario:
6 que el enemigo me persiga y me alcance,
que aplaste mi vida contra el suelo
y deje tendidas mis entrañas en el polvo. Pausa
7 Levántate, Señor, lleno de indignación;
álzate contra el furor de mis adversarios.
8 que una asamblea de pueblos te rodee,
y presídelos tú, desde lo alto.
9 El Señor es el Juez de las naciones:
júzgame, Señor, conforme a mi justicia
y de acuerdo con mi integridad.
10 ¡Que se acabe la maldad de los impíos!
Tú que sondeas las mentes y los corazones,
tú que eres un Dios justo, apoya al inocente.
11 Mi escudo es el Dios Altísimo,
que salva a los rectos de corazón.
12 Dios es un Juez justo
y puede irritarse en cualquier momento.
13 Si no se convierten, afilará la espada,
tenderá su arco y apuntará;
14 preparará sus armas mortíferas,
dispondrá sus flechas incendiarias.
15 El malvado concibe la maldad,
está grávido de malicia y da a luz la mentira.
16 Cavó una fosa y la ahondó,
pero él mismo cayó en la fosa que hizo:
17 su maldad se vuelve sobre su cabeza,
su violencia recae sobre su cráneo.
18 Daré gracias al Señor por su justicia
y cantaré al nombre del Señor Altísimo.