Conoce el Poder Mágico del Salmo Número 25. Los Salmos son oraciones muy poderosas en sí mismas, sin embargo el resultado de nuestra demanda dependerá siempre de nuestra fe. Por eso, es necesario poner todo nuestro empeño en pedir con fe que el cielo conceda nuestras súplicas.
Poder Mágico del Salmo número 25
Sin duda la mejor hora para realizar el acto mágico que es utilizar el Salmo 25 en la oración es por la mañana, antes del amanecer. Hay en ese momento una mayor conexión entre el universo y el hombre que reza.
Si se recomienda pronunciar el Salmo 25 por la mañana, antes de la salida del sol, y se desaconseja hacerlo de noche porque se estima que entonces las fuerzas de la oscuridad prevalecen sobre las de la luz.
Los cabalistas, que utilizan el poder de los Salmos desde la más remota Antigüedad, nos enseñan que no es conveniente rezar en aquellos lugares considerados impuros, como mataderos, cementerios, baños, letrinas, etc.
Salmo 25 para obtener algo que merecemos
Cuando queremos utilizar el Salmo 25 para obtener algo que merecemos, es muy importante ser perseverantes y no desfallecer. No hemos de desanimarnos nunca, a veces la respuesta no llega tan pronto como quisiéramos o en la forma o las palabras que desearíamos.
A veces pedimos algo que no merecemos o que no nos conviene espiritualmente. A veces el mero hecho de que no obtengamos una respuesta quiere decir que la respuesta es «no».
Si seguimos insistiendo es posible que acabemos obteniendo lo que pedimos, pero con el tiempo veremos que se trata más de un castigo que de una recompensa. Algunos sabios aconsejan que antes de cualquier petición pronunciemos la siguiente oración:
“Satisfaz mi deseo, Padre Todopoderoso, si ello no ha de perjudicarme ni perjudicar a ninguno de tus hijos”
Se trata de una excelente manera de protegernos contra los efectos negativos de nuestra propia ignorancia.
Aplicaciones que se le da al Tehilim / Salmo 25
- Perdón por los errores cometidos.
- Ahuyentar la soledad.
- Ayuda a escapar de las trampas.
- Protege en una cuestión que está siendo juzgada.
- Aleja a los enemigos que amenazan de muerte.
- Empleado para encontrar a una persona desaparecida.
- Para escapar de los peligros y de las inundaciones.
- Para dominar la infelicidad.
- Para salvarse de una desgracia.
Rituales Salmo 25
Quien repita el Salmo 25 diariamente, en la mañana, con sentimiento y devoción, escapará de los mayores peligros y las inundaciones devastadoras no le dañarán.
Tehilim / Salmo 25 — Para escapar de inundaciones
De David.
1 A ti, Señor, elevo mi alma,
2 Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos!
3 Ninguno de los que esperan en ti
tendrá que avergonzarse:
se avergonzarán los que traicionan en vano.
4 Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
5 Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
Vau y yo espero en ti todo el día.
6 Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
porque son eternos.
7 No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud:
por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.
8 El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
9 él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.
10 Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
11 ¡Por el honor de tu Nombre, Señor,
perdona mi culpa, aunque es muy grande!
12 ¿Hay alguien que teme al Señor?
Él le indicará el camino que debe elegir:
13 su alma descansará feliz
y su descendencia poseerá la tierra.
14 El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza.
15 Mis ojos están siempre fijos en el Señor,
porque él sacará mis pies de la trampa.
16 Mírame, Señor, y ten piedad de mí,
porque estoy solo y afligido:
17 alivia las angustias de mi corazón,
y sácame de mis tribulaciones.
18 Mira mi aflicción y mis fatigas,
y perdona todos mis pecados.
19 Mira qué numerosos son mis enemigos
y qué violento es el odio que me tienen.
20 Defiende mi vida y líbrame:
que no me avergüence de haber confiado en ti;
21 la integridad y la rectitud me protegen,
porque yo espero en ti, Señor.
22 Salva, Dios mío, a Israel
de todas sus angustias.