Conoce el Poder Mágico del Salmo Número 104. Los Salmos son oraciones muy poderosas en sí mismas, sin embargo el resultado de nuestra demanda dependerá siempre de nuestra fe. Por eso, es necesario poner todo nuestro empeño en pedir con fe que el cielo conceda nuestras súplicas.
Poder Mágico Salmo 104 — Alejar gente dañina o vecinos indeseables
Sin duda la mejor hora para realizar el acto mágico que es utilizar el Salmo 104 en la oración es por la mañana, antes del amanecer. Hay en ese momento una mayor conexión entre el universo y el hombre que reza.
Si se recomienda pronunciar el Salmo 104 por la mañana, antes de la salida del sol, y se desaconseja hacerlo de noche porque se estima que entonces las fuerzas de la oscuridad prevalecen sobre las de la luz.
Los cabalistas, que utilizan el poder de los Salmos desde la más remota Antigüedad, nos enseñan que no es conveniente rezar en aquellos lugares considerados impuros, como mataderos, cementerios, baños, letrinas, etc.
Salmo 104 para obtener algo que merecemos
Cuando queremos utilizar el Salmo 104 para obtener algo que merecemos, es muy importante ser perseverantes y no desfallecer. No hemos de desanimarnos nunca, a veces la respuesta no llega tan pronto como quisiéramos o en la forma o las palabras que desearíamos.
A veces pedimos algo que no merecemos o que no nos conviene espiritualmente. A veces el mero hecho de que no obtengamos una respuesta quiere decir que la respuesta es «no».
Si seguimos insistiendo es posible que acabemos obteniendo lo que pedimos, pero con el tiempo veremos que se trata más de un castigo que de una recompensa. Algunos sabios aconsejan que antes de cualquier petición pronunciemos la siguiente oración:
“Satisfaz mi deseo, Padre Todopoderoso, si ello no ha de perjudicarme ni perjudicar a ninguno de tus hijos”
Se trata de una excelente manera de protegernos contra los efectos negativos de nuestra propia ignorancia.
Aplicaciones que se le da al Tehilim / Salmo 104
- Para alejar a la gente dañina o vecinos indeseables.
- Destruir al demonio que te hace daño.
- No cometer pecado.
- Calmar entornos en caos
Rituales Salmo 104
Se dice que el uso frecuente y fervoroso del Salmo 104, es recibido con gran poder por el creador, que por medio de él puede destruirse el Masíck.
(La palabra Masíck), significa lo que causa daño, lo que hiere, que puede ser hecho por espíritus, animales, gente dañina o vecinos indeseables.
Sin embargo, generalmente los judíos han dado este término como el demonio, y lo relacionan con éste, la palabra debe significar el pecado original y la tendencia a cometer pecado.
Tehilim / Salmo 104 — Para alejar a la gente dañina o vecinos indeseables
El espacio celestial
1 Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
Estás vestido de esplendor y majestad
2 y te envuelves con un manto de luz.
Tú extendiste el cielo como un toldo
3 y construiste tu mansión sobre las aguas.
Las nubes te sirven de carruaje
y avanzas en alas del viento.
4 Usas como mensajeros a los vientos,
y a los relámpagos, como ministros.
5 Afirmaste la tierra sobre sus cimientos:
¡no se moverá jamás!
6 El océano la cubría como un manto,
las aguas tapaban las montañas;
7 pero tú las amenazaste y huyeron,
escaparon ante el fragor de tu trueno.
8 Subieron a las montañas, bajaron por los valles,
hasta el lugar que les habías señalado:
9 les fijaste un límite que no pasarán,
ya no volverán a cubrir la tierra.
10 Haces brotar fuentes en los valles,
y corren sus aguas por las quebradas.
11 Allí beben los animales del campo,
los asnos salvajes apagan su sed.
12 Las aves del cielo habitan junto a ellas
y hacen oír su canto entre las ramas.
13 Desde lo alto riegas las montañas,
y la tierra se sacia con el fruto de tus obras.
14 Haces brotar la hierba para el ganado
y las plantas que el hombre cultiva,
para sacar de la tierra el pan
15 y el vino que alegra el corazón del hombre,
para que él haga brillar su rostro con el aceite
y el pan reconforte su corazón.
16 Se llenan de savia los árboles del Señor,
los cedros del Líbano que él plantó;
17 allí ponen su nido los pájaros,
la cigüeña tiene su casa en los abetos;
18 los altos peñascos son para las cabras,
y en las rocas se refugian los erizos.
19 Hiciste la luna para medir el tiempo,
señalaste al sol el momento de su ocaso;
20 mandas la oscuridad, y cae la noche:
entonces rondan las fieras de la selva
21 y los cachorros rugen por la presa,
pidiendo a Dios su alimento.
22 Haces brillar el sol y se retiran,
van a echarse en sus guaridas:
23 entonces sale el hombre a trabajar,
a cumplir su jornada hasta la tarde.
24 ¡Qué variadas son tus obras, Señor!
¡Todo lo hiciste con sabiduría,
la tierra está llena de tus criaturas!
25 Allí está el mar, grande y dilatado,
donde se agitan, en número incontable,
animales grandes y pequeños.
26 Por él transitan las naves, y ese Leviatán
que tú formaste para jugar con él.
27 Todos esperan de ti
que les des la comida a su tiempo:
28 se la das, y ellos la recogen;
abres tu mano, y quedan saciados.
29 Si escondes tu rostro, se espantan;
si les quitas el aliento,
expiran y vuelven al polvo.
30 Si envías tu aliento, son creados,
y renuevas la superficie de la tierra.
31 ¡Gloria al Señor para siempre,
alégrese el Señor por sus obras!
32 Él mira, y la tierra se estremece;
toca las montañas, y echan humo.
33 Cantaré al Señor toda mi vida;
mientras yo exista, celebraré a mi Dios:
34 que mi canto le sea agradable,
y yo me alegraré en el Señor.
35 Que los pecadores desaparezcan de la tierra
y los malvados ya no existan más.
¡Bendice al Señor, alma mía!
¡Aleluya!
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