Entra en calor la polémica ante la llegada del 10 de enero de 2019, que marca el fin de un período constitucional y el inicio de otro, en donde quien anuncia su juramentación como presidente reelecto, no cuenta con el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional, ni del liderazgo opositor venezolano.
Plutón marca el 10 de Enero
El día de la juramentación, confluyen en el cielo, en el signo de Capricornio, el Sol y Plutón; esta conjunción se produce entre dos astros que representan el poder:
El Sol, el gobierno como tal, y Plutón, el poder oculto o subterráneo, que tanto puede indicar procesos de marcado tinte autoritario, como puede traer el derrumbe de las estructuras establecidas.
Pero el 10 de enero es apenas la referencia de un ciclo que se está cerrando, de un proceso que no es de un día; Plutón tiene un lento recorrido, y en estos momentos, a 20 grados de Capricornio, está activando una cruz cósmica que tiene Venezuela en su carta astral, y luego seguirá avanzando, y en el transcurso de unas semanas rondará los 21 grados, donde también sigue activando esa cruz cósmica.
En el transcurso de 2019, avanzará, retrocederá y volverá a avanzar, y pasará varias veces por los grados 20 y 21, manteniendo activa esa cruz cósmica, que anuncia un viraje, un cambio de rumbo marcado por el destino. Veamos.
Cruz cósmica en la carta astral de Venezuela
En primer lugar expliquemos cuál es esta cruz cósmica en la carta astral de Venezuela. Está formada por el mismo Plutón a 18 grados de Piscis en conjunción con el Nodo Lunar Sur, a 20 grados del mismo signo, y enfrente, a 20 grados de Virgo, tiene al Nodo Lunar Norte.
Nodo Norte y Nodo Sur (con Plutón) se enlazan en una distancia de 90 grados (cuadratura), con Júpiter a 20 grados de Géminis, y con Saturno que está enfrente, a 21 grados de Sagitario; todos ellos dibujan en el mapa astral venezolano, una cruz cósmica.
Una cruz cósmica es un aspecto astrológico de mucha fuerza y tensión
Que provoca hechos y personalidades especiales; marca un destino difícil, un sendero de espinas y signado por grandes dificultades y retos; Simón Bolívar, nuestro Libertador, nació bajo una cruz cósmica, y bien es sabido todos los sinsabores y amarguras que hubo de afrontar en su vida:
Pérdida de padres, esposa, y luego la traición de muchos de sus colaboradores, que le dieron la espalda en los últimos años de su vida. Pero esa cruz le dio grandeza para realizar una gran proeza que lo inmortalizó: la liberación de su patria y de una buena parte de América Latina.
Venezuela tiene su cruz y la está viviendo
Pero también tiene ese destino de grandeza que hemos visto y que volveremos a ver de nuevo. Esta cruz cósmica que tiene nuestro país se está activando, como un volcán, que permanece aparentemente dormido, y de pronto hace erupción.
Nuestra tierra tiembla y envía señales para que su gente se “sacuda”. Plutón, el ave Fénix, el astro del morir y el renacer, está activando esta cruz cósmica.
Primero a 20 grados de Capricornio toca a Júpiter a 20 grados de Sagitario y a los Nodos, a 20 grados de Virgo y Piscis, y al avanzar a 21 grados de Capricornio (signo de las estructuras, área de nuestro mapa astral que tiene que ver con el territorio y su gente), toca a Saturno (precisamente el astro que rige a Capricornio) y que está a 21 grados de Sagitario.
Es decir, todos los componentes de la cruz cósmica venezolana, están despertando, activándose.
Plutón toca a nuestro Júpiter y provoca un cambio profundo en nuestro liderazgo, en las ideologías políticas, en el espíritu institucional de la nación; toca a los Nodos, activando nuestro karma (el resultado de nuestras acciones pasadas) y nos da la posibilidad de corregir errores y aprender lecciones y encauzar nuevas energías hacia una misión colectiva que requiere de trabajo en equipo, análisis orden y vocación de servicio.
Y luego toca a Saturno, para sacudir estructuras caducas, renovar nuestro andamiaje institucional y legal, cuestionar la figura de autoridad y adecuarla a nuevas realidades, para volver a construir de mejor manera, aquello que sea destruido.
No es fácil seguir los acontecimientos que trae Plutón
Porque es el astro de los eventos ocultos, subterráneos, de las negociaciones secretas; es el astro que corroe poco a poco; por encima todo parece estar tranquilo, pero por dentro, todo se está derrumbando.
Cuando Plutón está activo, hay que tener los ojos bien abiertos pero además el sexto sentido, hay que investigar, observar muy bien las señales que puedan ir aflorando poco a poco. Hagamos el esfuerzo y tratemos de seguir con atención cada mínimo detalle de los acontecimientos, y así estaremos estudiando “Astrología en vivo”.