Más allá de su temperamento y de sus anécdotas, si profundizamos en el significado astrológico de lo que puede implicar el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU, encontramos la fuerte presencia de Urano como astro regente en este ciclo, y que marca un tiempo muy agitado de cambios, un tiempo en el cual el futuro se acelera.
La carta astral de Estados Unidos cuenta con la Luna
Asociada a la idiosincrasia de su pueblo, en Acuario, signo regido por Urano. El día de las elecciones comenzó con la Luna transitando por Acuario.
Donald Trump tiene su Sol natal en conjunción con Urano en su área del poder (casa 10). La energía uraniana estaba muy activa, pues el mismo tránsito solar activó esa conjunción Urano/Sol en la carta astral de este candidato presidencial.
Urano
Urano indica sorpresas, y más allá de eso, un fuerte deseo de cambio; Urano hace que las cosas se salgan de lo común, rompe paradigmas, destruye el “status quo”, sacude y recompone las estructuras establecidas, crea el caos para luego marchar hacia un nuevo orden.
El pueblo estadounidense está signado por estas características uranianas: es cambiante, impredecible, temperamental. El gobernante elegido es fiel reflejo de esa idiosincrasia, para bien o para mal.
Al ser electo, Trump estaba próximo a tener su retorno de Júpiter, es decir, este astro transita por Libra y el magnate estadounidense lo tiene en esta signo; una vez asuma la presidencia, ya Júpiter se habrá colocado en el punto exacto donde lo tiene Trump en su carta astral.
Retorno de Júpiter
El retorno de Júpiter se asocia a momentos exitosos en la vida de una persona, y abre un nuevo gran ciclo para el individuo, luego de cerrar con broche de oro, una etapa de su vida.
Si asociamos este aspecto personal de la carta astral de Donald Trump con los efectos mundiales que traerá Júpiter, podemos visualizar de alguna forma, la característica de este ciclo que vivirá no solo Estados Unidos, sino el mundo entero.
Júpiter guarda una importante relación con Saturno, y la unión o conjunción de ambos, en ciclos de 20 años, generan nuevas estructuras legales, institucionales, nuevas constituciones y hasta fundación de nuevos estados y países.
En estos momentos, la relación de Saturno desde Sagitario con Júpiter desde Libra en un ángulo de 60 grados, denominado astrológicamente “sextil”, marca un ciclo de transición hacia cambios profundos a nivel mundial.
Ciclo de transición de 4 años
Este ciclo de transición dura 4 años, exactamente el tiempo en el cual se cumple el período constitucional que iniciará Donald Trump el 20 enero de 2017; cuando ese periodo se venza, a finales de 2020 cuando habrá de nuevo elecciones en ese país, y principios de 2021, inicio de un nuevo período presidencial, Júpiter y Saturno harán exacta conjunción y pasarán juntos de Capricornio a Acuario.
Una vez establecida esa conjunción Júpiter/Saturno en Acuario, bajo el dominio de Urano, podemos augurar que estaremos en los inicios de un nuevo orden mundial.
Para ese tiempo todas las viejas estructuras, instituciones, modelos, paradigmas, estarán derrumbados, y nos estaremos preparando para estrenar a nivel mundial, y de forma muy marcada en Estados Unidos, nuevos modelos políticos, sociales, constitucionales, institucionales, y en general, estaremos viviendo la cierta posibilidad de llevar al plano de lo tangible y cotidiano, los paradigmas de la nueva era de Acuario.
Retorno Nodo Lunar
En lo personal, para esa misma fecha, Donald Trump estará recibiendo el retorno de su Nodo Lunar, que marca su misión de vida en la décima casa, y que se relaciona precisamente con el poder, el liderazgo y la proyección pública; esa coincidencia tan marcada en su ciclo personal, en conexión con la duración de su periodo constitucional, nos hace pensar en una reelección marcada por el destino.
Este dato guarda una increíble sincronía cósmica, pues el 20 de enero de 2021, en la hipotética toma de posesión de Trump para un segundo período, el Nodo Norte que marca su misión de vida, estará en exacta conjunción con su Urano natal en su área del poder, a 17 grados de Géminis, y ya habrá tocado a su propio Nodo Norte, a 20 grados, y a su Sol, a 22 grados del mismo signo.
El Sol, Nodo Norte y Urano de Trump
El Sol, Nodo Norte y Urano de Trump están en conjunción con Marte en Géminis de Estados Unidos por lo que la energía que más moverá su mandato, junto con Urano, es la de Marte, que podemos verla en dos sentidos:
Por el lado positivo, es emprendimiento, acción, dinamismo, decisiones rápidas y contundentes, entusiasmo; y por el lado menos propicio, actitudes impositivas, y tendencias belicistas. No obstante, Urano propicia que cualquier iniciativa sea distinta a caminos ya recorridos.
Bajo la energía de Urano activa, este tiempo no será nada tranquilo; será un ciclo acelerado, noticioso, lleno de constantes eventos que causarán asombro, virajes, situaciones fuera de lo común, ruptura de modelos caducos y bajo el signo de un temperamento impredecible.
Interesantes similitudes con Ronald Reagan
Trump guarda interesantes similitudes con el ex presidente estadounidense Ronald Reagan. Ambos nacieron con energías uranianas; Reagan era Acuario, y Trump tiene al regente de este signo (Urano) en conjunción a su Sol.
En su tiempo, Reagan provocaba los mismos resquemores que Trump, y salían a relucir sus posturas polémicas, junto a su temperamento fuerte, además del hecho de haber sido actor de Hollywood. No obstante, hoy día, Reagan es recordado como uno de los más exitosos presidentes que ha tenido EEUU.
A principios de junio pasado, hablamos en este mismo blog, de la cruz cósmica que varios astros formaron en los signos mutables, que son aquellos que propician un ambiente favorable para transiciones y cambios: Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis.
El epicentro de esta cruz fue la Luna Nueva geminiana, y señalamos que esa configuración astral movería las energías de Donald Trump.
Algo parecido ocurrió con la siguiente Luna Nueva, en Cáncer, que tocó el Sol del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, y al tiempo, su postura política llamando a votar “No” en el referéndum sobre los acuerdos de paz con las FARC, ganó de manera sorpresiva en Colombia, contradiciendo todas las encuestas.
Esa misma Luna Nueva tocó el Sol de Estados Unidos, país en el que los resultados de las elecciones presidenciales que acaba de tener, fueron sorpresivos y contradiciendo todas las encuestas.
Días antes de las elecciones presidenciales en EEUU, en nuestro programa de radio (05-11-2016) hablamos sobre las energías presentes en estos comicios, y señalamos la posibilidad de un “batacazo” o sorpresa, mencionamos en retorno de Júpiter en la carta de Trump, entre otros factores.
Súper luna y alineación planetaria
Este lunes 14 de noviembre, se produce una Luna Llena muy especial, exaltada, es decir, en la plenitud de su potencial, en Tauro, capaz de canalizar nuestra energía psíquica y emocional hacia una muy poderosa fuerza de voluntad, que nos permita llevar al plano de lo tangible y concreto, aquello que más deseamos, y que forma parte de nuestra verdadera esencia, de nuestros más auténticos propósitos de vida.
Simultáneo a esta Luna Llena, ocurre una alineación planetaria, una enorme cantidad de astros, unos tras otros, haciendo una seguidilla en ocho de los 12 signos del zodiaco, aunque si agregamos al Nodo Lunar, que si bien no es planeta, es un punto energético importante, llegamos a nueve signos seguidos formando esta alineación. Veamos:
Nodo Norte en Virgo; Júpiter en Libra; Sol en Escorpio; Mercurio y Saturno en Sagitario; Venus y Plutón en Capricornio; Marte en Acuario; Nodo Sur, Neptuno y Quirón en Piscis; Urano en Aries, y Luna en Tauro. Es decir ¡todos los astros alineados!
Esta especialísima configuración planetaria que acompaña a esta “súper” Luna, crea una especie de reacción en cadena, como cuando formamos una cadena humana y hacemos la “ola” con las manos entrelazadas; todas esas energías se mueven, amalgamadas, en forma simultánea, generando todo tipo de sucesos, muchos de ellos contradictorios entre sí, pero cuya fusión va generando hechos de impacto que hacen descarrilar el rumbo de la vida cotidiana.
Los tiempos que corren son totalmente fuera de lo común, así que el que base sus análisis en lo trillado, lo convencional o tradicional, puede llevarse sorpresas por no salir de su zona de confort.
Vía » Pedro González Silva