La piedra del hambre y sus advertencias: lo que revelan estos mensajes del pasado. Europa se enfrenta a uno de los veranos más duros en años y la sequía amenaza la productividad agrícola. A lo largo del Elba se han encontrado más de una docena de piedras con terribles mensajes.
La Piedras del Hambre de la República Checa Revelaciones
Mientras Europa se enfrenta a uno de sus veranos más duros en años, la sequía amenaza la productividad agrícola.
Tradicionalmente, la región de Europa Central, que incluye partes de Alemania, la República Checa, Eslovaquia, Austria y Hungría, ha dependido de su suelo fértil para la producción de alimentos.
A lo largo de la historia, la sequía ha sido la principal causa de hambruna en la región, y como tal ha sido documentada por diversas fuentes.
Si bien los libros de diferentes épocas sirven como testigos de los estragos de la sequía, algunos hitos nos brindan una mirada más profunda y conmovedora sobre los horrores de la vida cotidiana en las hambrunas y las crisis económicas.
Estos hitos se colocaban como rocas en la orilla del río con inscripciones que se refieren a sequías históricas cuando los niveles de agua estaban en su punto más bajo.
Cuando el nivel del río cae por debajo de este punto, las extrañas rocas reaparecen, recordando a los lugareños un momento difícil en el pasado. Estas rocas se conocen como «rocas hambrientas» y son características del área alrededor de la ciudad de Děčín en el norte de la República Checa.
“Debido a la sequía en curso, más de una docena de ‘piedras hambrientas’ han aparecido en Elba con mensajes siniestros”
La ciudad está ubicada cerca de la frontera con Alemania y siempre ha estado habitada por germánicos, por lo que no es de extrañar que las inscripciones en este monumento a la hambruna estén escritas en alemán.
Más de una docena de rocas de hambruna han aparecido a lo largo del Elba debido a una sequía prolongada, con mensajes aterradores.
En uno de las rocas que pertenece a 1616, está escrito: “Si me ves, llora”.
Otro, que se remonta a 1417, advierte al futuro espectador de los horrores causados por el bajo nivel del agua:
“Si vuelves a ver esta piedra, llorarás, tan poco profunda era el agua en el año 1417”
La relación entre el río que se retira y las lágrimas parece ser un rasgo común de todas las piedras del hambre, así como un trasfondo apocalíptico.
Río Elba, salvavidas de Děčín
«Quien me vio una vez lloró. Quien me vea ahora llorará. Lloramos, lloramos y llorarás».
Si bien la sequía todavía tiene el potencial de perturbar la economía, los momentos en que se hicieron estas inscripciones eran mucho más vulnerables a estos desastres naturales.
En particular, la ciudad de Děčín depende del río Elba como salvavidas: la sequía no solo afecta a los cultivos, sino que también imposibilita la navegación fluvial, ya que los barcos no pueden atravesar aguas tan poco profundas.
Esta interrupción del tráfico afectó a muchas personas, ya que el comercio se había paralizado. Provocó hambrunas y otros problemas relacionados con la economía del lugar. Así la ciudad sufriría un lento y doloroso declive hasta que la naturaleza decidiese reducirla con lluvia.
Hay docenas de estas piedras y, según los registros de la ciudad, puede haber una que data del año 1115, pero se desconoce su ubicación exacta.
Algunas de las piedras de Děčín y sus alrededores se han utilizado muchas veces, con grabados realizados a lo largo de los siglos, como el encontrado en Tichlowitz, en el que se pueden ver las piedras: 1892, 1903, 190, 1911, 1928, 1963 y 2015.
“Las piedras traen malas noticias y nos recuerdan las penurias sufridas en tiempos de sequía”
El río ha perdido su importancia
Sin embargo, estas piedras carecen del mensaje siniestro de sus predecesores medievales. Esto muestra cómo el río ha perdido su importancia para los humanos, quienes una vez dependieron completamente de su naturaleza impredecible para sobrevivir.
Con el avance de la tecnología, las rocas solo se han convertido en faros que honran la tradición, pero antes traen malas noticias y recuerdan las penurias sufridas en épocas de sequía.
Algunas de ellas llevan las iniciales de sus creadores, añadiendo un toque personal a la angustia provocada por la bajada de agua. Cuando el río Elba alcanzó su mínimo histórico, las Rocas Hambrientas continuaron apareciendo en sus orillas.
Pero eso no es lo único que reaparece. Los monumentos de la Segunda Guerra Mundial también han regresado del pasado, para recordar a los lugareños otra prueba, provocada por el hombre en lugar de natural.
A lo largo de la costa se pueden encontrar bombas y granadas de mano sin explotar, así como otros artefactos, oxidados y sumergidos en la arena.
Un toque positivo
Dado que las inscripciones en las piedras con sus tristes advertencias sobre tiempos pasados crean una sensación un tanto inquietante, alguien decidió darle una dosis de optimismo.
Un autor desconocido ha escrito recientemente una inscripción en una de las piedras, que dice así:
“No llores, hija mía, no te preocupes. Si está seco, rocíe agua en su campo”
Artículos relacionados con sequía
- Cambio Climático y la desaparición de los Mayas
- El agua dulce del planeta podría ser pronto no apta para el consumo humano
- Los costos del calentamiento global
- ¿Estamos en las puertas del fin de los tiempos?
Con información de elconfidencial.com