Reflexión sobre la Libertad y la identidad en Pesaj
Pesaj no es solo una celebración del pasado, sino un espejo en el que se debe mirar para entender nuestras propias luchas con la esclavitud moderna: la del pecado, los deseos desmedidos, la avaricia y los ídolos contemporáneos. A través de la matzah, el «pan de la pobreza», Pesaj enseña que a veces la simplicidad y la renuncia son caminos hacia la verdadera liberación.
La verdadera libertad versus libertinaje
En el seder de Pesaj, al consumir la matzah, se enfrenta a la idea de que aunque vivimos en una sociedad libre, aún podemos ser esclavos de nuestras pasiones y deseos. La verdadera libertad se alcanza no solo desapegándonos de lo material, sino también manteniendo nuestra dignidad y respeto por nosotros mismos y los demás.
La historia del pueblo hebreo en Egipto ilustra esto de manera profunda. A pesar de las condiciones degradantes, mantuvieron aspectos clave de su identidad que los definían como yehudim: su lengua, nombres, vestimentas y la observancia de la mitzvah del brith milah. Estos pilares fueron esenciales para su eventual redención por Adonay a través de Moshe Rabeinu.
El Bedikat Jametz: Una limpieza moral y espiritual
El ritual del bedikat jametz, la búsqueda y eliminación del jametz (levadura), es emblemático no solo a nivel ritual sino moral. Al eliminar el jametz de las casas, simbólicamente también se purgan las mentes, almas, corazones y espíritus de los «pecados» y defectos que inflan la arrogancia y nos alejan de nuestra esencia.
Este acto de purificación recuerda ser agradecidos por las bendiciones, a menudo inmerecidas, que recibimos. A través de este reconocimiento y gratitud, se puede apreciar mejor la mano bondadosa de Dios en nuestras vidas.
Yeshúa: El cordero sin manchas y la redención final
Yeshúa el Mesías, simbolizado como el cordero sin manchas, no solo protege del Ángel de la muerte sino que también limpia la impureza (tumah) del pecado y la maldad. Su última celebración del seder de Pesaj, antes de su arresto, tortura y crucifixión, culminó en su resurrección, ofreciéndonos un mensaje poderoso sobre la liberación de la esclavitud del pecado y de la maldad.
Las copas de vino en el seder, que también representan la sangre del Mesías derramada en el madero de la maldición, recuerdan la promesa de redención tanto para Israel como para la humanidad entera. A veces, la redención requiere un poder supremo, como se demostró con las diez plagas en Egipto y la pasión, muerte y resurrección de Yeshúa, evidenciando la omnipotencia de Dios y el triunfo del bien sobre el mal…