Hay algunas personas que llevan la contraria sistemáticamente en una conversación. Si das una opinión, ellos opinan lo contrario; si dices que una determinada película o libro es muy bueno, ellos opinan que, en realidad, no valía mucho.
Personas que siempre te llevan la contraria
Y pueden estar haciendo eso todo el tiempo que dure la conversación, ya sean diez minutos o dos horas.
En algunos casos, pueden resultar estimulantes, porque favorecen el debate y te hacen pensar, pero cuando te encuentras con alguien que, sistemáticamente, se opone a todo lo que dices una y otra vez, llega un momento en que te estresan, te cansan, te deprimen o incluso te llegan a enfadar.
¿Por qué hacen esto?
Los motivos que llevan a una persona a adquirir este estilo de conversación son diferentes.
El competitivo con baja autoestima
Algunas personas llevan la contraria porque les gusta discutir, les resulta estimulante y es para ellos una especie de juego, una competición en la que tratan de ganar dejando a su oponente sin argumentos o haciéndole cambiar de opinión.
Esto les divierte y les hace sentirse superiores cuando «ganan». No tienen nada especial contra ti, tan solo son personas competitivas a las que les gusta ganar y siempre que pueden convierten cualquier cosa en una competición.
Es un modo de ensalzarse a sí mismos. De hecho, en muchos casos pueden tener problemas de autoestima, que tratan de compensar de este modo: creciéndose el derrotar a los demás. El problema es que cuando alguien pretende hacerte ver que te equivocas en todo los que dices, puede acabar haciendo que te sientas mal.
Qué hacer
Si te encuentras con una persona así, puedes optar por disfrutar del debate de vez en cuando (sobre todo si eres del tipo de persona a la que le gusta este tipo de discusiones) y utilizarlo para aclarar ideas o ver las cosas de otro modo.
Pero si sucede demasiado a menudo y notas que te estresa y te hace sentir mal, pon una adecuada distancia entre esa persona y tú: solo a pequeñas dosis. Si la dosis de conversación antagonista empieza a ser más alta de lo que puedes asimilar, siempre puedes mirar el reloj y decirle que tienes una cita y debes marcharte de inmediato.
El sádico
Otras personas tratan de hacer esto simplemente para fastidiarte, hacerte sentir mal, insinuando que te equivocas una y otra vez.
Por ejemplo, si le dices «me costó un poco, es bastante complicado», te responden «en realidad, yo creo que es bastante fácil». Si le dices «se trata de un escritor inteligente», te responden «solo para gente de inteligencia media».
Estas personas no solo te llevan la contraria sino que al mismo tiempo te están llamando idiota de una manera solapada (o no tan solapada).
Si dices algo equivocado no dudan en hacerte ver lo mal informado que estás y hay un cierto grado de maldad y, a veces, cierto sadismo en sus palabras. Simplemente disfruta haciendo que te sientas mal, que te sientas inferior, torpe o equivocado.
Qué hacer
Si te encuentras con una persona como esta, sal corriendo. No entres en su juego. No dejes que te haga dudar de ti ni que te haga sentir como un idiota. Simplemente dile que tienes algo que hacer y vete, y no le vuelvas a dar oportunidad de hablar contigo. No vale la pena.
Ana Muñoz