Es fácil encontrar libros de autoayuda en cada librería que visitamos. Es aún más fácil auto-diagnosticarse en la búsqueda por la felicidad, pero ¿cómo saber si vas en el camino correcto?.
¿Eres realmente una persona compasiva?
Vivimos en un mundo de relaciones humanas, hoy todo se centra en la magia de ponernos en contacto con los demás, ya sea a través de redes sociales, lugares físicos, espacios académicos o lúdicos. Muchos pueden creer que, según este contexto, la felicidad se sigue centrando en uno mismo.
De acuerdo a la experta en psicología clínica Lisa Firestone, la felicidad está en el camino que recorremos mientras conocemos a diferentes personas que marcan una etapa importante en nuestras vidas, en las relaciones que establecemos con éstas y también en las interacciones con el resto de la gente.
“Cuando tenemos sentimientos de afecto o amor por los demás, nos sentimos mejor”, explica Firestone. La especialista también enfatiza en que “todos creemos que queremos ser amados, pero lo que realmente se siente bien para nosotros es sentir amor por los demás”.
Si has estado siempre esperando que te amen, tal vez sea mejor seguir los consejos de una verdadera especialista, quien además añade que empezar a sentir más aprecio por los demás es un hábito que se cultiva.
¿Cómo? se preguntarán…. A continuación te mostramos algunos signos de que te dirán si eres una persona compasiva.
Actúas desde tu empatía
“Cuando damos amor, sentimos que estamos recibiendo más amor aún”, explica la psicóloga. ¿Por qué? Las personas más compasivas actúan de manera más bondadosa, siempre prestando el hombro para los demás, pero lo hacen por personalidad, no por conveniencia, ya que al hacerlo son mucho más felices.
Eres tan amable con los demás como lo eres contigo mismo/a
“Es difícil sentir algo por los demás que no sentimos por nosotros mismos”, señala Firestone. La clave es sentir autocompasión con uno mismo, para así sentirla por los demás.
Practicar el amor propio varia en cuando a los niveles de autoestima que podemos sentir. Es muy importante vencer los malos hábitos, y el amor propio ayuda en esto. La clave no está en vencernos o luchar contra nosotros mismos, el primer paso para cambiar cualquier comportamiento es la autocompasión.
Expresar gratitud
Lo importante es hacer cosas que nos hagan sentir bien, aunque a menudo los demás piensen que es por ser egoísta, lo cierto es que nos conduce a ser mejores con las personas.
Así es, porque cuando te sientes bien reflejas la felicidad a través de acciones, como por ejemplo agradecer los pequeños detalles que nos entregan cotidianamente amigos y cercanos.
Las personas empáticas no se limitan a saber cuando alguien ha cometido una buena acción a favor de ellos, sino que dicen, casi de manera inmediata, cómo los hace sentir éso. Pero no lo hacen de vez en cuando, sino que demuestras constantemente sus emociones.
“Sólo de pensar en nuestra gratitud por otras personas nos hace sentir feliz”, dice Firestone.
El dinero no compra la felicidad, tampoco la compasión
En una investigación realizada por especialistas de la Universidad de California, llegaron a la conclusión científica de aquella frase popular el dinero no compra la felicidad. En el estudio mientras más dinero tenían las personas, menos compasión sentían por los demás.
Otra de las conclusiones fue que mientras más alta fuera la clase social de la persona, la capacidad de prestar cuidado por las relaciones con las demás personas será más negativa, según señaló la revista Scientific American.
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