Una de las mayores quejas que tienen los padres sobres sus hijos es: “¡Son tan irresponsables!” Usualmente esta queja viene seguida de: “¡Nunca llega a casa a tiempo!”. “¡Su cuarto es un desastre!”. “¡Su maestra se quejó de que no hace su tarea!”. La conducta irresponsable de un niño puede ser muy frustrante para los padres. Por lo tanto, es de gran ayuda saber que pese a que los niños no son naturalmente responsables, sí se les puede enseñar a serlo. Ahí es donde entramos nosotros.
Formas simples de enseñar a los niños a ser responsables
He aquí cinco simples formas de enseñar a nuestros niños a ser responsables.
Ser un modelo a seguir
Los niños miran cada uno de nuestros movimientos. Rara vez hacen lo que decimos, sino que en lugar de eso hacen lo que nosotros hacemos. Por lo tanto, siempre es de ayuda revisarnos primero a nosotros mismos y ver si estamos mostrando una conducta responsable.
¿Evadimos nuestros deberes en casa? ¿Dejamos los platos en el lavaplatos? ¿No respondemos los llamados de quienes nos dejan mensajes y solemos llegar tarde a las citas?
Si es así entonces puede que sea hora de vernos bien en el espejo y decidir cómo podemos actuar de forma más responsable.
Siempre ayuda y consuela a los niños ver a sus padres tratando de refinar su propia conducta. Los niños aprenden a ser responsables por sus propias acciones. Tienen un modelo viviente de cómo mejorar su conducta cuando escuchan: “Necesito ser más responsable en cuanto a regresar llamados. Tengo que encontrar un sistema que me funcione. ¿Alguien tiene ideas?”.
Busca lo bueno
Los seres humanos estamos programados para buscar lo malo. Puede que esta reacción nos haya ayudado cuando teníamos que estar constantemente alertas a los peligros que nos rodeaban, pero hoy en día es una desventaja y un verdadero inconveniente para educar positivamente.
Tenemos una tendencia de enfocarnos en las conductas negativas de nuestros hijos, especialmente cuando actúan irresponsablemente.
Es más probable que nos demos cuenta cuando se olvidan de hacer su tarea, cuando dejan su ropa sucia en el suelo o cuando están atrasados para la escuela que cuando exhiben conductas correctas.
Cuando les pregunto a algunos padres “¿Existen ocasiones en las cuales tu hijo actúa responsablemente?”, por lo general no saben qué responder. Pero después de unos cuantos minutos pueden pensar en algo: “Ella es genial con el bebé de nuestra vecina. La Sra. Smith la ha llamado unas cuantas veces cuando necesitaba ayuda”.
“Una vez su amigo Samy estuvo sin ir a la escuela con varicela por dos semanas. Él lo llamó cada noche hasta que se mejoró”.
Enfocarnos en los momentos en que nuestros hijos son responsables nos ayuda a ver que nuestros niños no son del todo “malos”. Nos lleva al siguiente consejo en donde podemos…
Construir sobre las fortalezas de nuestros hijos
Enfocarnos en las veces en que nuestros hijos actúan responsablemente nos da pistas de cómo podemos mejorar su ya responsable conducta. Si tu hija es buena con niños pequeños, podrías ayudarla a conseguir un trabajo de niñera, lo cual a su vez la ayudaría a construir responsabilidad.
Si a tu hijo le gusta jugar con la mecánica, puedes darle un poco más de responsabilidad cuando estás trabajando en tu auto o arreglando cualquier otro aparato en casa. Si a tu hija le encanta limpiar y organizar cosas, entonces esa puede ser su tarea en casa.
Igual que los adultos, los niños tienden a ser más responsables con las cosas que les gusta hacer. Podemos invertir en eso. Una vez que se sienten bien y que entienden que pueden ser responsables en esas áreas, es más probable que sean más responsables con las tareas que no les gustan.
Alaba las conductas responsables
Notar las conductas responsables de nuestros hijos no es suficiente, sino que debemos señalárselas y alabarlos por ellas. En cualquier momento en que tu hijo actúe con responsabilidad, describe lo que está haciendo bien y llénalo de alabanzas. Esto ayudará a reforzar positivamente dicha conducta:
“Aprecio que viniste a decirme que vas a ir a la casa de Samy a jugar. Eso se llama ser responsable”. “Gracias por darme mis recados telefónicos. Eso se llama ser responsable”. “Limpiaste tus juguetes. Eso muestra responsabilidad”.
Los niños disfrutarán tu alabanza y habrá más posibilidades de que vuelvan a tener una conducta responsable.
Utiliza un lenguaje orientado a la solución
Cada vez que nos rendimos y le decimos a nuestro hijo, “¡Eres tan irresponsable!”, estamos cubriendo el verdadero problema o tema con un lenguaje altamente emocional. Los niños se ponen a la defensiva y su único recurso es pelear de regreso: “Bueno, tú nunca me dices qué tengo que hacer, ¡solamente me gritas!”.
Es mejor si utilizamos un lenguaje que esté menos cargado emocionalmente y cuyo foco esté en resolver conflictos. Enfócate en el acto específico de irresponsabilidad en lugar de enfocarte en el problema general llamado “irresponsabilidad”.
“Esta ropa sucia no está llegando al canasto. ¿Cuál sería una buena forma para que te acuerdes de hacerlo?”. “La tarea necesita completarse. ¿Cuáles son tus planes para lograrlo?”. “Llegaste después de la hora acordada. ¿Cómo puedes asegurarte de que no ocurra otra vez?”.
También sería bueno que evites mencionar todas las otras veces que actuaron de forma irresponsable. Al igual que los adultos, los niños pueden aguantar una cantidad limitada de crítica.
Criar niños responsables es algo que debemos hacer. Ser un modelo a seguir, buscar lo bueno, alabar las conductas responsables y usar un lenguaje orientado a la solución pueden ayudarnos a lograrlo.