“Necesito un abrazo, un beso y un apapacho”, estas frases seguramente las has pronunciado en más de una ocasión buscando recuperarte de algún sentimiento de dolor, soledad o tristeza. Ya que inconscientemente sabemos que el contacto físico puede cambiar nuestro estado anímico.
Necesito un abrazo, un beso y un apapacho
Existen muchas personas que son dadas a expresar sus sentimientos con abrazos, besos y caricias, ya que es su forma de empatizar con los demás.
Sin embargo, en la actualidad la sociedad ha marcado una distancia visible con el contacto físico; ya sea por el uso de la tecnología o por distintas creencias, esto hace que se pierdan de los beneficios que pueden recibir.
A pesar de ello, ya seas una persona que le guste o no tener contacto físico, debes saber que desde que nacemos se crea la primera necesidad con nuestra madre, es por ello, que seguramente cuando recibes una palmadita en la espalda, un fuerte abrazo o te toman de las manos, te sientes protegida, amada y feliz.
El doctor Dacher Keltener, elaboró una investigación donde explica que el contacto nos puede traer equilibrio emocional y mejora nuestra salud, debido a que es el principal lenguaje de compasión, amor y gratitud.
¿Cómo funciona nuestro cerebro con el contacto físico?
La piel es una extensión de nuestro sistema nervioso, la que emite señales al cerebro, por lo que cuando somos tocados, hace que la producción de la hormona cortisol (estrés) se reduzca, dando a su vez mayor producción de serotonina, dopamina y oxitocina (hormonas conocidas por darnos felicidad y bienestar).
¿Qué beneficios puedes tener?
Mejora la autoestima
El concepto que nosotros tenemos de sí mismos, se le conoce como autoestima, la cual se va formando desde la infancia, creando vínculos afectivos con nuestros padres, y se va modificando con las experiencias a lo largo de la vida.
Cualquier contacto físico como un abrazo o caricia, aumenta nuestra sensación de confianza y seguridad en nosotros, haciéndonos sentir amados y especiales, incluso también contribuye la idea de mejorar la actitud ante los miedos, según lo publicado en Journal of Science Psychology.
Mejora la salud
La Asociación Americana de Psiquiatría, demostró que el contacto físico provoca la reducción de la hormona cortisol, que es la que provoca estrés.
Cuando recibes cualquier demostración de contacto físico afectivo, el cerebro produce las hormonas de la felicidad, regulando la presión arterial y el ritmo cardíaco, favoreciendo el sistema inmune.
Así, tus niveles de ansiedad, angustia o preocupación se reducirán, logrando que te sientas mucho mejor, ya que las defensas de tu cuerpo serán activadas y podrás recuperarte ante las enfermedades.
Baja la percepción del dolor
Se disminuye la tensión muscular, provocando una sensación de relajación. Es por eso que cuando nos sentimos tristes, buscamos un abrazo de nuestra familia, amigos, personas desconocidas o cercanas.
Los abrazos son capaces de hacernos sentir mejor y reconfortar a cualquiera, incluso al más hermético.
Mejora el estado de ánimo
Algunas terapias han incorporado a sus tratamientos contra la depresión y la ansiedad la llamada abrazoterapia. Ya que se reduce los sentimientos de ira, soledad, aislamiento, enojo, frustración o cualquier trastorno emocional.
Además, es importante considerar que necesitamos de 4 a 12 abrazos diarios para sentirnos mejor.
Más empatía
Un toque sutil, como una caricia o una palmada en la espalda, provoca que se incremente la posibilidad de la empatía, amor y compasión por los demás. Ayudándonos a favorecer nuestras relaciones sociales, creando vínculos de confianza.
Incluso cuando las personas utilizan el contacto físico son consideradas más honestas.
Comunica sentimientos sin palabras
Algunas personas no son excelentes oradores y por ello recurren a expresar sus sentimientos por medio del contacto físico.
Con un abrazo, caricia o simplemente con tomar de las manos, pueden hacer sentir a los demás su entusiasmo, alegría, tristeza, ternura, apoyo, enojo o deseo. Logrando comunicarse de manera asertiva, sin necesidad de decir ni una palabra.
Descubre distintas maneras de tener contacto físico
Los abrazos
- Abrazo clásico: el que utilizamos en las despedidas o encuentros, refleja gusto, amabilidad, simpatía.
- Abrazo con contacto visual: es más íntimo, dejando un fuerte impacto sentimental y emocional.
- Abrazo de compañerismo: se utiliza para reforzar los lazos afectivos con respecto a la amistad.
Besos
- Besos de esquimal: se utiliza solo el contacto con la nariz, reflejando cariño; común en algunas culturas.
- Besos en la frente: dándole un sentido de admiración, respeto, ternura y protección.
- Besos románticos: puede ser en la oreja, cuello, boca y expresan nuestro deseo, intimidad y amor por la pareja.
- Besos en la mejilla: se utiliza por lo regular al saludar o despedirse de una persona, demostrando amistad o el deseo de empatizar.
- Besos en la mano: muestran elegancia, educación y respeto.
Tomarse de las manos
- Dirigir: es el que se emplea cuando tienes hijos, para guiarlos y enseñarles.
- Apretado: para comunicar honestidad, confianza y compañerismo.
- Íntimo: se da en las parejas para demostrar confianza, amor, respeto, cariño etc.
Palmadas en la espalda
- Fuerte y con repeticiones: es un gesto sincero, que proyecta reconocimiento y felicitación.
- Débil y con repeticiones: refleja empatía, compasión, apoyo y seguridad.
- Una sola palmada: demuestran un significado de motivación, valentía y esfuerzo, “adelante tú puedes”
Caricias
- Caricias de amor, aprecio y halago: se le da a la pareja, familiares o hijos. Por lo común se toca el cabello, rostro o rodillas. Expresando cariño, ternura.
- Cosquillas: favorece los lazos emocionales que añaden los efectos terapéuticos de la risa.
Recuerda que el contacto físico no se refiere a llegar a intimidar o faltar al respeto a las personas, al contrario es para demostrar apoyo, confianza y amor. Lo que nos hará sentirnos bien, mejorar nuestras emociones y salud.
Las caricias son tan necesarias como la comida o la bebida
Considerado uno de los padres del análisis transaccional y de la psiquiatría radical, Steiner ha estudiado en profundidad la relación entre la información racional y las emociones, y cómo éstas influyen en la vida de las personas. En sus conferencias, es capaz de conseguir que el público intercambie “caricias” en forma de halagos.
Adriana Acosta Bujan @ familias.com