No solo fue el nombre de las víctimas, – la ex miss Venezuela 2004 y exitosa actriz de telenovelas Mónica Spear, su ex-esposo, el irlandés Thomas Henry Berry y la pequeña hija de ambos, de cinco años – sino la manera cómo ocurrió el hecho: la noche del Día de Reyes.
Mónica Spear — Una miss con los ojos puestos en Dios
Después de caer en un bache de la autopista Puerto Cabello-Valencia, en la zona centro costera del país, estallaron dos llantas del vehículo que los transportaba. La actriz y ex Miss Venezuela, se encontraba de vacaciones en Venezuela.
Spear, nacida en Maracaibo, estado Zulia, en 1984, tuvo un corto pero fulgurante paso en la televisión venezolana.
Protagonizó culebrones en Venezuela –Mi prima Ciela y La mujer perfecta- antes de residenciarse en Estados Unidos en 2011, donde estaba contratada por la cadena Telemundo. Era solo una etapa en su vida.
Tímida, más bien despistada, siempre escogió regresar al país a pesar de las ofertas que, según sus compañeros, tenía en Los Ángeles.
Dulce y especial
En declaraciones a la prensa, la familia de Mónica ha destacado que la actriz era muy «dulce y especial», y resaltó que era cristiana evangélica. Al preguntársele si algún día soñó con ser Miss Venezuela, ella respondió:
Primero que nada, esta victoria es de Dios. Sí lo había soñado. Yo quería influenciar a los jóvenes; no a cien, no a mil, sino a millones. En diciembre del año 2003 me propuse varias metas y lo escribí en mi librito.
Primero que nada escribí, tener a Dios en mi vida y en todo lo que hago, y reconocerlo. Segundo, quería graduarme en agosto del 2004 de la universidad, y lo logré. Otra de mis metas era ser Miss Venezuela 2004″.
Cada persona tiene que tener un plan en la vida
Añade ella: «Creo que cada persona tiene que tener un plan en la vida, y eso lo aprendí en mi iglesia. Tienes que tener un plan, escribirlo, tener una estrategia, y darle el crédito a Dios por todo lo que haces».
Spear comentaba que una de las cosas más difíciles fue tener que estar separada de su familia, de no estar en su cama, ni poder abrazar a sus padres por las mañanas. Para ella resultó ser un inmenso sacrificio, pero reconoce que era un paso que tenía que dar. Tener que aprender a tomar sus propias decisiones.
Recalcaba Spear que su responsabilidad número uno era ser el vivo ejemplo de Dios. Que la gente pudiera ver que es feliz porque Dios está en ella. Además, con la organización Miss Venezuela ella hacía obras benéficas para niños pobres y enfermos de SIDA.
Su mensaje a los jóvenes
Confía en el Señor y ten un plan. Uno tiene que tener un plan en la vida. No te quedes ahí parado, camina. Si estás en el mal camino, Dios te va a decir, Párate, vas por mal camino. Tú sólo das la vuelta y sigues para el otro lado. No importa dónde te pares, tengas mucho o poco, hay que darle el crédito a Él».
Spear en la actualidad dirigía ASODECO, una ONG de ayuda a personas con discapacidad.