Las costumbres y tradiciones reflejan la esencia espiritual y cultural de los pueblos, transmitiendo valores y creencias de generación en generación. Conoce la riqueza y diversidad de estas prácticas ancestrales que forjan la identidad y el legado de las comunidades.
El solsticio de invierno abre una etapa especial: Celebrar el Espíritu de la Navidad. La energía navideña impulsa el perdón, la gratitud y la proyección de metas. Rituales con cartas, baños purificadores y una mesa generosa inspiran renovación. Este proceso honra el pasado, valora el presente y orienta el futuro, conectando el ser interior con una fuerza cósmica luminosa.
La Flor de Pascua, o poinsettia, tiene sus raíces en la región mesoamericana, donde era valorada por su belleza y simbolismo. Con la llegada del cristianismo, se integró a las celebraciones navideñas, representando elementos como la sangre de Cristo y la renovación espiritual. Su popularidad se extendió internacionalmente gracias a Joel Roberts Poinsett. Hoy, la poinsettia es un ícono global de la Navidad, destacando por su versatilidad cromática y cuidados específicos que aseguran su esplendor durante las festividades.
La Navidad se convierte en un refugio acogedor al combinar elementos tradicionales y modernos en la decoración. Desde reinventar el árbol de Navidad con materiales innovadores hasta crear pesebres con un toque contemporáneo, cada detalle refleja autenticidad y estilo. Además, se destaca el uso de materiales sostenibles y técnicas DIY para una celebración responsable.
La Noche de las Velitas es una tradición colombiana que marca el inicio de la temporada navideña, celebrada desde 1854. Las familias y comunidades en ciudades como Barranquilla, Quimbaya y Medellín iluminan sus hogares con velas y faroles, simbolizando esperanza y unidad. Esta festividad fortalece los lazos sociales, promueve valores de solidaridad y tiene un impacto positivo en la economía local a través del turismo y el comercio.
El 4 de diciembre, día en que se dice que su padre la asesinó hace más de 1700 años, se celebra el día de Santa Bárbara en muchos países de América y Europa. Se la representa con ropa blanca y una capa roja, que en el catolicismo representa el amor ardiente y el martirio.
La Corona de Adviento, más que un elemento decorativo, simboliza el camino espiritual hacia el nacimiento de Cristo. Cada vela representa una etapa de fe y esperanza que ilumina la espera y la conversión. Su forma circular refleja el amor eterno de Dios, mientras el color verde evoca vida y renovación.
