¿Qué define la felicidad? ¿Es solo un sentimiento o está conectada con el universo de emociones que experimentamos a lo largo de nuestra existencia? La felicidad, acompañada por el tiempo, nos presenta a sus tres aliados: la amistad, la sabiduría y el amor.
La esencia de la felicidad y su familia
La felicidad es un sentimiento intrínsecamente relacionado con las relaciones humanas y con la percepción del paso del tiempo. Es la compañera fiel de aquellos que valoran y nutren sus amistades, pues la verdadera alegría surge al estar rodeado de personas auténticas y leales.
Este sentimiento es más intenso y verdadero cuando uno se da cuenta de que el pasado ya no puede ser cambiado, el futuro aún no ha llegado y el presente es el verdadero regalo que nos da la vida.
La familia de la felicidad
La felicidad no está sola en este viaje. Está íntimamente ligada al poder del amor y cree firmemente que no hay final para una bella historia. Curiosamente, la Felicidad tiene un compañero constante: el Tiempo.
El Tiempo tiene el don de sanar, de hacer que las heridas desaparezcan y de transformar la tristeza en recuerdos distantes. Juntos, la Felicidad y el Tiempo han dado vida a tres seres invaluables: la Amistad, la Sabiduría y el Amor.
La Amistad, siendo la primogénita, es la personificación de la alegría y sinceridad. Al igual que los rayos del sol que penetran en cada rincón oscuro, la Amistad conecta a las personas, ofreciendo consuelo y nunca causando daño.
La Sabiduría, por otro lado, se caracteriza por su integridad y cultura. Siempre al lado de su padre, el Tiempo, la Sabiduría comprende la importancia de aprender de las experiencias y del paso incesante de los días.
Y finalmente, el Amor, el más joven y quizá el más complejo de todos. A veces terco, intenta a menudo alojarse solo en un corazón. Sin embargo, su verdadera naturaleza es vivir compartido entre dos seres. A pesar de sus complicaciones, el Amor tiene la capacidad de llenar de belleza todo a su alrededor. Y si llegase a causar daño, el Tiempo siempre interviene, sanando las heridas abiertas.
Una verdad eterna
Un principio que todos deberíamos grabar en nuestra memoria es que cada final es revelador de una verdad. Si aún no se ha descubierto esa verdad es porque el capítulo no ha concluido.
Así que, mientras avanzamos en el libro de la vida, es esencial confiar en la familia de la Felicidad: en el paso sanador del Tiempo, en la unión que brinda la Amistad, en las lecciones de la Sabiduría y, por supuesto, en la magia del Amor. Y recuerda, cuando menos lo esperes, la Felicidad podría tocar a tu puerta.
Por lo tanto, dedica un momento a soñar, ya que estos sueños pueden ser el vehículo que te transporte hacia las estrellas.
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