Esta práctica meditativa nos invita a una profunda conexión tanto interna como con el mundo que nos rodea, capitalizando las virtudes y oportunidades que el cambio estacional trae consigo. Representa un momento ideal para nuestra transformación y crecimiento espiritual, permitiéndonos explorar las ofrendas de la Tierra y la vida en este ciclo renovado.
Renovación Primaveral: Meditación y conexión terrenal
Rejuvenecimiento espiritual y la comunión con el entorno
Sería ideal congregar a seres queridos para acoger la nueva estación, compartiendo un ágape al aire libre en algún rincón natural o incluso en el hogar cuando el exterior no sea una opción.
El equinoccio marca el momento óptimo para deleitarnos con la naturaleza, ya sea montaña, costa, ribera o selva. Si estas escapadas no son posibles, un área verde local puede ser un sustituto excepcional.
Busca un entorno que cuente con vegetación y algún elemento acuático, de modo que los cuatro elementos fundamentales -aire, fuego, agua y tierra- estén presentes. De no ser factible, el Equinoccio de Primavera puede celebrarse en el hogar, rodeado de flora preferida, invocando mentalmente aquel paisaje natural que más paz te brinde, en consonancia con el espíritu de la madre Tierra.
Creación de un espacio de armonía
Invocando la asistencia de los seres elementales
En tu lugar seleccionado para la meditación, especialmente si es en el seno de la naturaleza, es crucial saludar y solicitar la venia de los seres elementales del entorno. Estas entidades, entre las que se encuentran las salamandras, gnomos, ondinas y sílfides, velan por el equilibrio y la preservación de su espacio.
Al percibir su beneplácito, exprésales tu gratitud y busca el sitio idóneo para llevar a cabo tu práctica meditativa.
Inicia delineando un círculo a tu alrededor, ya sea de manera física o imaginaria, comenzando por el Este y cerrándolo tras recorrer el Sur, Oeste y Norte, sin olvidar establecer una conexión con los planos superior e inferior, abriendo tu corazón a las enseñanzas y dones venideros.
Para tu altar, dispón de un lienzo o manta pequeña sobre la tierra o una piedra cercana. Incorpora velas de diversos colores, incienso, plumas, conchas, una vasija con agua, cristales, piedras de río o un recipiente con sal, flores, y cualquier otro elemento que resuene con la esencia de la primavera.
Ritual de Primavera: Conexión a través de un altar mágico
Estableciendo un vínculo divino y manifestando aspiraciones
Al disponer las velas en forma de cruz, sitúalas en los puntos cardinales, creando un espacio sagrado y equilibrado. Organiza los demás elementos de forma intuitiva, asegurándote de incluir tu lista de deseos y metas dentro del círculo.
Este arreglo no solo fomenta un entorno encantado y energético sino que también facilita una conexión más profunda con el natural esplendor primaveral y la realización de tus anhelos para este floreciente periodo.
Deja que tu creatividad e intuición sean tus guías en este proceso, disfrutando de la magia del momento y de la belleza que te rodea.
Al acomodarte cómodamente frente al Este, realiza algunas respiraciones profundas, permitiendo que la tranquilidad del entorno te envuelva, suavizando y ritmando tu respiración.
Conéctate con la Madre Tierra, sintiendo su robusta y sanadora energía a través de tus pies. Abre tu chacra coronal para recibir la luz divina, permitiendo que te llene completamente, mientras que con tu corazón, estableces un vínculo con tu Yo Superior, sintiendo su amorosa y sabia presencia.
Expresa tu gratitud a los elementos y a los seres elementales y convoca la protección y guía de tus ángeles guardianes y Seres de Luz en este especial momento de meditación.
Declara tu nombre y tu firme intención de acoger y vivir el equinoccio de primavera en tu ser y a través del planeta, con el apoyo de Ostara, la personificación divina de la primavera, quien nos trae la promesa de renovación y renacer anualmente.
Experienciando la esencia y vitalidad de la primavera
Ahora, sumérgete por completo en la grandiosidad y el colorido que te rodea, dejando que cada detalle se infiltre en ti, llenándote de su energía vivificante. Permite que esta conexión te transforme, uniéndote en cuerpo, mente y espíritu con el esplendor del entorno.
Visualiza a Eostre/Ostara, la deidad de la estación, revestida con una túnica vibrante, adornada de flores, portando en una mano una campanilla y en la otra una varita mágica. Contempla su danza alegre y ligera, revitalizando todo a su paso con su toque mágico, trayendo consigo la luz, la vida y una energía renovada.
Siente la primavera despertar a tu alrededor, con el canto de los pájaros, el florecer de las plantas y el gentil mecer de los árboles. Absorbe las frescas fragancias y la luminosidad del cielo azul. Únete a la celebración de su regreso, bailando junto a ella y expresando tu gratitud por esta estación de renacimiento.
Si así lo deseas, solicita a Ostara que te envuelva con su varita, impregnándote de las virtudes primaverales de equilibrio, armonía, fertilidad, creatividad, crecimiento, alegría, luz, calor y color, infundiendo vida nueva a tus propósitos e intenciones.
¡Festeja el renacer primaveral y sus infinitas posibilidades!
Conclusión de tu viaje meditativo primaveral
Gratitud y Renovación del Ser
Si lo deseas, da rienda suelta a tu expresión. Canta, danza, salta o simplemente muévete de la manera que más gozo te proporcione, llenándote de vitalidad. Si el arte te llama, dibuja lo que sientas.
En compañía, compartan el baile, cada quien con su propio estilo, celebrando la diversidad y la unión. Fija en ti la esencia de Eostre/Ostara y deja que su influencia te acompañe a lo largo de esta estación.
Para culminar este sagrado momento de meditación y anclaje, dedica unos minutos a relajarte profundamente y expresar tu sincero agradecimiento a Ostara/Eostre por su guía y las bendiciones recibidas. Aunque este acto de despedida es simbólico, tiene un profundo significado, ya que la presencia de la deidad perdurará a tu lado durante los venideros meses.
Es fundamental expresar tu gratitud hacia los cuatro elementos y sus guardianes, tus guías espirituales, los Seres de Luz presentes, tu Ángel de la Guarda, la Madre Tierra y la Fuente universal. Valora, igualmente, el compromiso personal que has demostrado en este rito de paso.
Para cerrar el círculo, envíalo hacia la Fuente, confiando en que será custodiado hasta que sea momento de abrir uno nuevo.
Haz un espacio para atesorar en tu corazón las vivencias de esta práctica, consciente de que Ostara/Eostre ha hecho morada en tu interior, preparándote para abrazar las nuevas oportunidades, encuentros, desafíos y creaciones que enriquecerán y renovarán tu existencia.
¡Celebra con júbilo el éxito de este hermoso ritual!
Con información de María Sánchez-Villacañas de Toro
